✨¿Por qué tengo ansiedad?✨

La ansiedad es un problema complejo y multifactorial, esto quiere decir que tienen que darse a la vez varias circunstancias tanto para que comience como para que se mantenga en el tiempo.

El objetivo de este post es entender cómo la Dramaqueen, el discurso interno que todo el mundo tiene, amplifica el trastorno. Cuando reconocemos esa voz interior, es más fácil utilizarla para que nos sea útil, para que juegue en nuestro equipo.

La ansiedad no es mala

El estrés, las preocupaciones, la ansiedad, no son emociones “negativas” per se, son muy útiles cuando nos encontramos ante un peligro. El problema viene cuando respondemos así ante situaciones que no ponen en riesgo nuestra vida.

Porque tenía sentido que el corazón enviase más sangre a los músculos cuando teníamos que escapar de un animal salvaje, pero no que nos provoque una taquicardia estar en un atasco ¿me explico?

El cuerpo reacciona ante señales, sean estas concretas o imaginadas (ya sabemos que la dramaqueen consigue hacernos creer que todo lo que pensamos sea real). Un primer episodio de ansiedad, por lo tanto, no tiene por qué convertirse en un trastorno. El problema viene cuando tenemos tanto miedo a que vuelva a suceder que intentamos controlar el ambiente o las emociones para que no nos vuelva a ocurrir.

Comparto un testimonio real:

“El primer ataque de ansiedad que me dio fue en una clase de la universidad. Yo estaba en mi primer año y por un momento sentí que me iba a desmayar. Salí de allí muy asustada porque pensaba que podía perder el conocimiento. Recuerdo que el camino hasta mi casa fue increíblemente angustiante. Lo pasé realmente mal. Al día siguiente, cuando me preparé para volver a clase, no conseguí atravesar la puerta. Yo aún pensaba que había sido una bajada de azúcar o de tensión pero por algún motivo no era capaz de salir. Quería evitar sentir esa sensación otra vez a toda costa.”

No puede volverte a pasar”, “Vas a volverte loca si te ocurre de nuevo”, “Si vas, te va a dar otra vez”… Estos son pensamientos que podemos tener ante un primer episodio. Y si hacemos caso a la voz que intenta protegernos, paradójicamente, va a agravar nuestro problema.

La necesidad de control, esa sobreexigencia, retroalimenta la ansiedad, y cada vez nos sentimos peor.

¿En qué se diferencia la ansiedad y el trastorno de ansiedad?

Mucha gente siente estrés o ansiedad, incluso tiene un ataque de pánico en algún momento de su vida, pero no termina desarrollando un trastorno. Como hemos dicho al principio, son varios los factores que influyen. Es la Dramaqueen y todo ese discurso que nos creemos la que hace que la ansiedad sea constante en el tiempo.

Pero no deja de ser una “buena noticia” (entended lo que quiero decir). Al ser una conducta aprendida, puede desaprenderse, tenemos la capacidad de utilizarla para que nos sea útil.

No es fácil, no voy a engañaros. Tenemos que modificar pensamientos y creencias con las que hemos convivido desde siempre, que nos fueron inculcadas en la infancia. 

¡Pero con trabajo es posible! Escuchar qué nos dice, en qué momento lo hace y saber que no siempre lleva razón es el primer paso para sentirnos mejor.

Palabrita.