✨ Dependencia Emocional✨ 

La dependencia emocional es una forma de relación en la que una persona se siente incapaz de funcionar sin la presencia y el apoyo de otra.

En este tipo de relación, la persona dependiente busca constantemente la aprobación, el afecto y la atención de la otra persona, y tiende a sentirse incompleta o insegura sin su presencia o aprobación.

Las personas con dependencia emocional suelen experimentar ansiedad, miedo al abandono, baja autoestima y dificultad para tomar decisiones independientes. Pueden llegar a descuidar sus propias necesidades y deseos con tal de mantener la relación, y pueden llegar a aceptar comportamientos inadecuados o abusivos por parte de la otra persona.

Causas de la dependencia emocional

La dependencia emocional puede tener múltiples causas, y a menudo es el resultado de una combinación de factores. 

Experiencias de abandono en la infancia

Las personas que han experimentado abandono o negligencia emocional en su infancia pueden desarrollar una mayor propensión a la dependencia emocional en sus relaciones adultas. La falta de atención y cuidado durante la infancia puede generar un miedo profundo al abandono y una necesidad desesperada de buscar validación y afecto en los demás.

Baja autoestima

Una baja autoestima puede hacer que una persona dependa de los demás para obtener una sensación de valor y aceptación. Si alguien tiene una percepción negativa de sí mismo y no se siente digno de amor o atención, es más probable que busque constantemente la aprobación de los demás para sentirse completo.

Inseguridad emocional

Las personas inseguras emocionalmente suelen depender de los demás para sentirse seguras y validadas. Pueden tener miedo a enfrentar la vida por sí mismas y confiar en su propia capacidad para tomar decisiones. Buscan constantemente la confirmación y la atención de los demás para mantener su sentido de seguridad.

Patrones de apego poco saludables

Los patrones de apego desarrollados en relaciones tempranas, como las relaciones con los padres o cuidadores, pueden influir en la tendencia hacia la dependencia emocional. Por ejemplo, si alguien ha experimentado relaciones de apego inseguro en el pasado, como falta de disponibilidad emocional o maltrato, es más probable que desarrolle una dependencia emocional en las relaciones futuras.

Miedo a la soledad

El miedo a la soledad puede llevar a una dependencia emocional, donde una persona está dispuesta a tolerar comportamientos inadecuados o abusivos con tal de evitar quedarse sola. El miedo a la falta de compañía puede hacer que una persona se aferre a relaciones insatisfactorias en lugar de enfrentar la posibilidad de estar sola.

¿Cómo afecta la dependencia emocional en la relación?

La dependencia emocional puede tener un impacto psicológico significativo tanto en la persona que depende emocionalmente de otra como en la persona de quien depende. 

Veamos algunos de los posibles efectos psicológicos para ambas partes:

Para la persona dependiente

  • Baja autoestima: La dependencia emocional a menudo está asociada con una baja autoestima. La persona dependiente puede sentirse insegura, poco valiosa y necesitar constantemente la validación y aprobación de la otra persona para sentirse bien consigo misma.
  • Ansiedad y miedo al abandono: La dependencia emocional puede generar una gran ansiedad y miedo a ser abandonado. La persona dependiente puede experimentar constantes preocupaciones sobre perder a la otra persona, lo que puede llevar a comportamientos de control y apego excesivo.
  • Pérdida de identidad propia: La persona dependiente puede perder su sentido de identidad y autonomía, ya que tiende a basar su felicidad y sentido de sí misma en la relación con la otra persona. Puede descuidar sus propias necesidades, deseos y metas para satisfacer los de la otra persona.
  • Dificultad para tomar decisiones: La dependencia emocional puede llevar a una falta de confianza en la toma de decisiones independientes. La persona dependiente puede buscar constantemente la aprobación y dirección de la otra persona en todas las áreas de su vida.

Para la persona de quien depende

  • Sensación de responsabilidad abrumadora: La persona de quien depende puede sentir una gran carga y responsabilidad al ser el principal proveedor de seguridad emocional para la otra persona. Puede sentirse agotada por tener que satisfacer constantemente las necesidades y demandas emocionales de la persona dependiente.
  • Pérdida de autonomía: La persona de quien depende puede sentir que su propia autonomía y libertad se ven limitadas por la dependencia emocional de la otra persona. Puede sentirse atrapada en la relación y tener dificultades para establecer límites adecuados.
  • Desgaste emocional: El constante requerimiento emocional de la persona dependiente puede llevar a un desgaste emocional en la otra persona. Puede experimentar agotamiento, estrés y frustración al tratar de satisfacer las necesidades emocionales de la persona dependiente.
  • Pérdida de intimidad genuina: La dependencia emocional puede interferir con la capacidad de establecer una conexión íntima y auténtica en la relación. La persona de quien depende puede sentir que la relación se basa más en la necesidad y la dependencia que en un amor mutuo y genuino.

Cuando se junta el hambre con las ganas de comer

La dependencia emocional no es una dinámica saludable en una relación por mucho que ambas partes se sientan cómodas.

Es decir, a veces se encuentran dos personas dependientes, por lo que asumen como “normales” actitudes poco saludables.

También puede ocurrir que una persona dependiente encuentre a alguien que necesite esa dependencia para paliar su afán de protagonismo, admiración o narcisismo.

Aquí hay un gran problema pues la persona dependiente puede estar a merced de alguien que no quiere bien aceptando abusos.

Es importante destacar que la dependencia emocional no es una forma sana de amar o relacionarse. Puede tener un impacto negativo en la vida de la persona dependiente, limitando su autonomía y su bienestar emocional. Superar la dependencia emocional generalmente requiere de un trabajo de autoconocimiento, fortalecimiento de la autoestima, establecimiento de límites y aprendizaje de habilidades de relación saludables. En algunos casos, puede ser beneficioso buscar apoyo terapéutico para abordar y superar este patrón de dependencia.

✨ Técnicas de relajación✨ 

Las técnicas de relajación psicológicas son estrategias utilizadas para reducir la tensión y el estrés mental, promover la calma y mejorar el bienestar emocional. Estas técnicas están diseñadas para influir en el estado mental y emocional de una persona, ayudándola a relajarse y manejar mejor el estrés.

Es un entrenamiento. Las técnicas, no te van a salir la primera vez que lo hagas, pero sí que conseguirás disminuir la ansiedad si practicas, llegando, incluso, a hacerlo de manera automática.

Existen diferentes tipos porque no todas funcionan igual en todas las personas. Prueba y escoge la que mejor se adapte a tus características.

Tipos

Las técnicas de relajación se pueden clasificar en dos categorías principales: técnicas de relajación pasivas y técnicas de relajación activas. La elección entre ambas técnicas de depende de las preferencias individuales y las necesidades específicas de cada persona. Algunas personas pueden encontrar más beneficioso el enfoque pasivo, mientras que otras pueden preferir la acción y el movimiento de las técnicas activas. Es importante explorar y probar diferentes técnicas para descubrir cuáles funcionan mejor para cada cual.

Técnicas de relajación pasivas

Las técnicas de relajación pasivas implican permitir que el cuerpo y la mente se relajen sin la necesidad de un esfuerzo activo. Estas técnicas suelen enfocarse en la relajación física y mental a través de la quietud y la receptividad. Algunas características son:

Ausencia de esfuerzo físico

En estas técnicas, no se requiere realizar movimientos físicos o ejercicios específicos. Se busca el descanso y la quietud del cuerpo.

Enfoque en la relajación física

Las técnicas de relajación pasivas suelen centrarse en la relajación del cuerpo a través de la reducción de la tensión muscular y la disminución del ritmo cardíaco.

Ejemplos de técnicas pasivas

Algunos ejemplos de técnicas de relajación pasivas incluyen la meditación, la visualización guiada, la relajación muscular progresiva y la escucha de música relajante.

Técnicas de relajación activas

Las técnicas de relajación activas implican la participación activa del individuo en el proceso de relajación. Estas técnicas suelen combinar la relajación física con la acción consciente. Se recomiendan para personas que no sean capaces de llegar a la relajación de una manera natural. Algunas características de las técnicas de relajación activas son:

Movimiento o acción física

En estas técnicas, se realizan movimientos o actividades físicas específicas que ayudan a liberar la tensión acumulada y promover la relajación.

Enfoque en la relajación a través de la acción

Las técnicas de relajación activas son de mucha utilidad cuando a la persona le cuesta poner la mente en blanco. Al existir movimiento o instrucciones ponemos el foco del pensamiento en las mismas.

Ejemplos de técnicas activas

Algunos ejemplos de técnicas de relajación activas incluyen el yoga, el tai chi, relajación progresiva de Jacobson, la respiración rítmica y la danza terapéutica.

Algunas técnicas de relajación psicológicas 

Respiración profunda: La respiración profunda es una técnica efectiva para relajarse y reducir el estrés. Al enfocarse en una respiración lenta y profunda, se puede reducir la actividad del sistema nervioso simpático y promover un estado de calma.

Meditación: La meditación implica enfocar la atención y calmar la mente. Puede incluir prácticas como la meditación de atención plena, en la que se presta atención al momento presente sin juzgar los pensamientos o sensaciones.

Visualización guiada: Implica imaginar escenas o imágenes relajantes y placenteras para inducir una respuesta de relajación. Puedes imaginar un lugar tranquilo o visualizar un escenario que te haga sentir tranquilo y en paz.

Relajación muscular progresiva: Esta técnica implica tensar y relajar diferentes grupos musculares en todo el cuerpo, centrándose en la sensación de relajación que se experimenta cuando se liberan las tensiones musculares.

Biofeedback: El biofeedback es una técnica que utiliza instrumentos para medir y proporcionar retroalimentación sobre las respuestas fisiológicas del cuerpo, como la frecuencia cardíaca o la actividad cerebral. Esta información se utiliza para aprender a controlar conscientemente estas respuestas y promover la relajación.

Entrenamiento autógeno: Es una técnica en la que se aprende a generar sensaciones de relajación a través de la concentración y la repetición de afirmaciones positivas y tranquilizadoras.

Si deseas profundizar en estas técnicas, es recomendable buscar la guía de profesionales de la salud mental o terapeuta que pueda enseñarte y adaptar las técnicas a tus necesidades específicas.

Respiración diafragmática

La técnica de relajación diafragmática, también conocida como respiración diafragmática o respiración abdominal, es un método efectivo para inducir la relajación y reducir el estrés. Hemos desarrollado ésta en concreto por su facilidad y la posibilidad de entrenarla en cualquier momento del día.

Veamos cómo se hace paso a paso:

1. Encuentra un lugar tranquilo: Busca un lugar tranquilo y cómodo donde puedas sentarte o recostarte sin distracciones.

2. Adopta una postura relajada: Siéntate o recuéstate en una posición cómoda. Puedes mantener la espalda recta o apoyarte en un respaldo suave. Siéntete libre de cerrar los ojos o mantenerlos suavemente abiertos.

3. Coloca una mano en el abdomen: Coloca una mano sobre tu abdomen, justo debajo de las costillas. Esto te ayudará a enfocarte en el movimiento del diafragma durante la respiración.

4. Respira lenta y profundamente: Inhalando por la nariz, lleva el aire hacia tu abdomen, permitiendo que se expanda y levante la mano que tienes sobre él. Asegúrate de que tu pecho se mantenga relativamente quieto.

5. Exhala suavemente: Exhala lentamente por la boca, permitiendo que el abdomen se contraiga gradualmente. Imagina que estás soltando todo el aire viciado y la tensión acumulada.

6. Mantén un ritmo regular: Continúa respirando de manera lenta y profunda, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Intenta establecer un ritmo constante y relajante, sin forzar la respiración.

7. Concéntrate en la respiración: A medida que respiras, enfoca tu atención en la sensación del movimiento del abdomen y en la entrada y salida del aire. Si tu mente se distrae, suavemente redirige tu atención a la respiración sin juzgar los pensamientos.

8. Practica durante unos minutos: Inicialmente, puedes comenzar con 5-10 minutos de práctica diaria. A medida que te sientas más cómodo y familiarizado con la técnica, puedes aumentar gradualmente el tiempo de práctica.

Recuerda que la respiración diafragmática promueve la relajación al activar el sistema nervioso parasimpático, lo que ayuda a reducir la respuesta al estrés y a calmar la mente y el cuerpo.

La práctica regular de esta técnica puede ser beneficiosa para aliviar la ansiedad, la tensión y promover un estado de bienestar general.

Adicción al móvil

En nuestro perfil de Instagram planteamos la siguiente pregunta:

¿A qué eres adictx?

Y la adicción a las pantallas ganó, con mucho, al resto de cosas.

Y es que la adicción a los móviles o pantallas es un fenómeno cada vez más común en la sociedad moderna. 

Las personas pasan (pasamos) gran parte de su tiempo frente a dispositivos electrónicos, ya sean smartphones, tablets, ordenadores o televisores, lo que puede dar lugar a una dependencia perjudicial. 

En este artículo, exploraremos las causas de la adicción a los móviles o pantallas, los procesos cerebrales involucrados y los tratamientos disponibles.

¿En qué consiste tener una adicción al móvil?

La adicción a los móviles o pantallas se caracteriza por el uso excesivo y compulsivo de dispositivos electrónicos. Las personas adictas a menudo experimentan dificultades para controlar su uso de estos dispositivos y se sienten ansiosas o inquietas cuando no los tienen a su alcance. Esta adicción puede afectar negativamente diversos aspectos de la vida, como las relaciones personales, el rendimiento académico o laboral, y la salud mental y física.

En un estudio, De-Sola Gutiérrez, Rodríguez de Fonseca y Rubio (2016) exploraron los perfiles de uso y los factores de riesgo asociados con la adicción al móvil en una muestra de universitarixs. Se encontró que el uso excesivo del móvil, el uso nocturno y la falta de control sobre su uso se asociaban con un mayor riesgo de adicción. Además, la presencia de síntomas depresivos y ansiedad también se relacionó con la adicción al móvil.

¿Por qué nos “enganchamos”?

El aumento en el número de personas con adicción a los móviles puede atribuirse a una combinación de factores. Veamos algunas razones que pueden contribuir a este fenómeno:

1. Avances tecnológicos

Los avances en la tecnología móvil han hecho que los dispositivos sean más accesibles, poderosos y versátiles. Los smartphones actuales ofrecen una amplia gama de funciones, como acceso a Internet, redes sociales, juegos, aplicaciones de mensajería y contenido multimedia. Estas características atractivas hacen que los dispositivos móviles sean muy atractivos y generen una mayor dependencia.

2. Hiperconectividad y redes sociales

Las redes sociales y las aplicaciones de mensajería permiten a las personas estar constantemente conectadas y en contacto con los demás. La necesidad de mantenerse actualizado y responder de inmediato a las notificaciones puede generar una sensación de presión y ansiedad. Las redes sociales también pueden ser adictivas debido a la gratificación instantánea que brindan, como recibir “me gusta” y comentarios positivos.

3. Gratificación instantánea

Los dispositivos móviles ofrecen gratificación instantánea en forma de entretenimiento, información y comunicación. Las aplicaciones y los juegos están diseñados para ser altamente adictivos, utilizando técnicas como recompensas, notificaciones push y elementos de gamificación para mantener a los usuarios enganchados. Esta gratificación instantánea puede llevar a una búsqueda constante de estimulación y recompensa, fomentando así la adicción.

4. FOMO (Fear of Missing Out)

El miedo a perderse algo importante o perderse una experiencia social se ha vuelto más prominente con la creciente influencia de las redes sociales. Las personas pueden sentirse presionadas a estar constantemente conectadas y actualizadas para no perderse eventos, noticias o interacciones sociales. Esta ansiedad por perderse algo puede conducir a un uso excesivo y compulsivo de los dispositivos móviles.

5. Estrés y escape

Para algunas personas, el uso excesivo de dispositivos móviles puede servir como una forma de escape o evasión de situaciones estresantes o problemas emocionales. El acceso fácil y rápido a la distracción y el entretenimiento que brindan los dispositivos móviles puede ofrecer un alivio temporal de las preocupaciones o el aburrimiento.

Es importante destacar que cada persona es única y puede tener diferentes razones para desarrollar una adicción a los móviles. Además, factores individuales, como la personalidad, la historia de vida y los antecedentes de salud mental, también pueden desempeñar un papel en la vulnerabilidad a la adicción a los móviles.

¿Cómo afecta a nivel cerebral esta adicción?

En términos de procesos cerebrales, la adicción a los móviles o pantallas involucra alteraciones en el sistema de recompensa del cerebro.

El uso excesivo de estos dispositivos activa la liberación de dopamina, un neurotransmisor asociado con el placer y la motivación. Con el tiempo, el cerebro se acostumbra a esta liberación de dopamina y puede volverse menos sensible a ella, lo que lleva a la necesidad de un uso cada vez mayor para experimentar los mismos niveles de satisfacción.

Uno de los problemas más frecuentes que encontramos, además de los ya mencionados como correlación con diferentes trastornos emocionales, son los problemas de sueño. La adicción a los móviles o pantallas puede afectar negativamente la calidad del sueño. La exposición a la luz azul de las pantallas antes de acostarse puede interferir con la producción de melatonina, la hormona responsable de regular el ciclo del sueño. Esto puede provocar dificultades para conciliar el sueño y trastornos del sueño, lo que a su vez puede agravar los problemas de salud mental y aumentar la sensación de dependencia de los dispositivos electrónicos.

¿Se trata la adicción al móvil?

Sí, como cualquier adicción.

El tratamiento de la adicción a los móviles o pantallas puede implicar una combinación de enfoques terapéuticos y cambios en el estilo de vida. Uno de los tratamientos más efectivos es la terapia cognitivo-conductual (TCC), que ayuda a identificar y modificar los patrones de pensamiento y comportamiento que perpetúan la adicción. La TCC también puede abordar las causas subyacentes de la adicción y proporcionar estrategias para lidiar con el estrés y la ansiedad sin recurrir al uso compulsivo de dispositivos electrónicos.

Además de la terapia, es importante establecer límites y hábitos saludables en relación con el uso de dispositivos electrónicos. Esto puede incluir la creación de horarios específicos para usar los dispositivos, la reducción gradual del tiempo de pantalla, la participación en actividades alternativas que no involucren el uso de pantallas y la promoción de interacciones sociales cara a cara.

Algunas aplicaciones y configuraciones de dispositivos también pueden ayudar a controlar y reducir el uso excesivo de pantallas. Por ejemplo, existen aplicaciones que rastrean y limitan el tiempo de pantalla, y modos de “no molestar” que bloquean las notificaciones durante ciertos períodos del día. Estas herramientas pueden ser útiles para establecer límites y fomentar un uso más consciente de los dispositivos electrónicos.

Con conciencia, apoyo y estrategias adecuadas, es posible superar la adicción a los móviles o pantallas y encontrar un equilibrio saludable en el uso de la tecnología.

¿Uso o abuso?

Quiero empezar diciendo que no todo consumo es adicción.

Sé que otras personas sí lo ven así pero no es mi caso. No pretendo ponerme moral ni condenar el consumo a toda costa.

La diferencia entre el uso y el abuso de sustancias radica en la cantidad y la frecuencia eso lo tenemos claro ¿verdad? Pero es algo mucho más complejo que eso.

Alguien que bebe todos los días puede no tener un problema de adicción y sí tenerlo alguien que siempre usa el alcohol para relacionarse, por ejemplo, aunque esto sea una vez al mes.

Lo que quiero decir es que tiene mucho más que ver con la necesidad que con la cantidad o frecuencia en sí y, por supuesto, con las consecuencias negativas asociadas a ese consumo.

1. Uso de sustancias: El uso de sustancias se refiere al consumo ocasional o controlado de una droga, generalmente dentro de los límites legales y sociales establecidos. El uso de sustancias puede ser social, recreativo o terapéutico, y no implica necesariamente problemas de salud o deterioro funcional. En general, el uso de sustancias no causa daños significativos ni trastornos en la vida de la persona que las consume.

2. Abuso de sustancias: El abuso de sustancias se produce cuando el consumo de drogas se vuelve problemático y tiene consecuencias negativas para la salud física, mental, social o emocional de la persona. El abuso de sustancias implica un patrón de consumo descontrolado y perjudicial que puede llevar a la dependencia y a la adicción. Algunos signos de abuso de sustancias pueden incluir el consumo excesivo, la falta de control sobre la cantidad o frecuencia de consumo, la interferencia en las responsabilidades diarias y las relaciones interpersonales negativamente afectadas.

Es importante destacar que la línea que separa el uso de sustancias del abuso puede ser difusa y puede variar según la sustancia, el contexto y la persona involucrada. 

Adicción ¿Por qué?

Las adicciones son enfermedades que requieren tratamiento y apoyo adecuados. La recuperación puede implicar diferentes enfoques, como terapia individual o grupal, programas de desintoxicación, medicación, apoyo social y cambios en el estilo de vida. La prevención y la detección temprana son fundamentales para abordar las adicciones de manera efectiva y promover una vida saludable y equilibrada.

La adicción a sustancias es un trastorno complejo que puede tener múltiples causas, y a menudo es el resultado de una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales. 

1. Factores genéticos

Existe evidencia de que la predisposición genética puede influir en la vulnerabilidad de una persona a desarrollar adicción a sustancias. Algunas personas pueden tener una mayor susceptibilidad heredada a los efectos adictivos de las drogas.

2. Factores neuroquímicos

Las drogas modifican los sistemas de neurotransmisores en el cerebro, como la dopamina, que están involucrados en la regulación del placer, la recompensa y la motivación. Estas sustancias pueden provocar cambios duraderos en el cerebro, lo que lleva a una búsqueda compulsiva de la droga.

3. Factores psicológicos

Los trastornos de salud mental, como la depresión, la ansiedad o el trastorno de estrés postraumático, pueden aumentar el riesgo de adicción a sustancias. Algunas personas pueden recurrir a las drogas como una forma de automedicación para aliviar los síntomas de estas condiciones.

4. Factores ambientales

El entorno en el que una persona crece y vive puede influir en el riesgo de desarrollar adicción a sustancias. Factores como la disponibilidad de drogas, el consumo de sustancias en el entorno familiar o social, el acceso a la atención médica y los factores socioeconómicos pueden desempeñar un papel importante.

5. Experiencias traumáticas

Los traumas pasados, como el abuso físico, sexual o emocional, pueden aumentar la vulnerabilidad a la adicción a sustancias. Las personas pueden recurrir a las drogas como una forma de escape o para enfrentar el dolor emocional asociado con estas experiencias.

La adicción es una enfermedad compleja y cada caso es único. Las causas de la adicción pueden variar de una persona a otra, y no todas las personas que están expuestas a los mismos factores desarrollarán una adicción.

¿Cómo funciona una adicción?

Las adicciones están estrechamente relacionadas con cambios en el cerebro que afectan los circuitos de recompensa, el autocontrol y la toma de decisiones, es decir, es nuestro cerebro el que se engancha a la sustancia por lo que la misma le provoca.

Uno de los grandes problemas de la adicción es que muchas veces los cambios neuroquímicos que produce es que no son reversibles, por eso alguien adicto nunca es exadicto.

Veamos algunas de las funciones que se ven alteradas

Sistema de recompensa

El sistema de recompensa del cerebro se basa principalmente en la liberación de dopamina, un neurotransmisor asociado con el placer y la motivación. Cuando una persona experimenta algo placentero, como comer algo sabroso o participar en actividades gratificantes, se libera dopamina en el cerebro. Las drogas adictivas también pueden aumentar la liberación de dopamina, creando una sensación intensa de placer. Con el tiempo, el cerebro puede volverse menos sensible a la dopamina, lo que lleva a la necesidad de consumir mayores cantidades de la droga para obtener el mismo efecto placentero.

Plasticidad sináptica

Las drogas pueden afectar la comunicación entre las neuronas en el cerebro, alterando la plasticidad sináptica. La plasticidad sináptica es la capacidad del cerebro para cambiar la fuerza de las conexiones entre las neuronas. El uso repetido de drogas puede remodelar los circuitos cerebrales y fortalecer las vías de recompensa asociadas con el consumo de la sustancia. Esto puede llevar a una mayor sensibilidad a los estímulos relacionados con las drogas y una disminución en la capacidad de experimentar placer con otras actividades no relacionadas con las drogas.

Sistema de control ejecutivo

Las adicciones también afectan el sistema de control ejecutivo del cerebro, que está involucrado en la toma de decisiones, la inhibición de respuestas impulsivas y el autocontrol. Las drogas pueden interferir con el funcionamiento de esta área cerebral, debilitando la capacidad de una persona para resistir el impulso de consumir la droga a pesar de las consecuencias negativas.

Memoria asociativa

El cerebro humano tiene la capacidad de aprender y recordar asociaciones entre estímulos y recompensas. Las drogas adictivas pueden crear asociaciones poderosas en el cerebro entre el consumo de la droga y las situaciones, lugares o personas relacionadas. Estas asociaciones pueden generar fuertes deseos y desencadenar la búsqueda compulsiva de la droga, incluso después de un período de abstinencia.

Inicio y mantenimiento 

Factores de inicio ¿Por qué empezamos a consumir?:

1. Experimentación: Muchas adicciones a sustancias comienzan con la curiosidad o la experimentación. Las personas pueden probar una droga por curiosidad, por presión de grupo o por buscar nuevas experiencias.

2. Influencias sociales: El entorno social puede tener un impacto significativo en el inicio de las adicciones. La influencia de amigos, compañeros de trabajo o miembros de la familia que consumen drogas puede aumentar la probabilidad de que alguien comience a usar una sustancia.

3. Factores de riesgo individuales: Algunas personas pueden tener factores de riesgo individuales que los hacen más propensos a iniciar el consumo de sustancias. Estos factores pueden incluir una predisposición genética, problemas de salud mental no tratados, falta de habilidades para afrontar el estrés o experiencias traumáticas previas.

4. Disponibilidad de drogas: La disponibilidad y accesibilidad de las drogas pueden influir en el inicio de una adicción. Si las drogas son fáciles de obtener en el entorno de una persona, es más probable que la experimenten y desarrollen una dependencia.

Factores de mantenimiento de la adicción: ¿Por qué seguimos?

1. Tolerancia: El consumo repetido de una sustancia puede llevar a la tolerancia, lo que significa que se necesita una dosis cada vez mayor para obtener el mismo efecto. La búsqueda de una mayor dosis puede mantener la adicción y llevar a un aumento del consumo.

2. Dependencia física y síndrome de abstinencia: El uso continuo de sustancias puede provocar la dependencia física, lo que lleva a la aparición de síntomas de abstinencia cuando se interrumpe el consumo. Para aliviar los síntomas de abstinencia, las personas pueden seguir consumiendo la sustancia adictiva.

3. Reforzamiento positivo: El consumo de drogas a menudo se asocia con experiencias de placer y recompensa a corto plazo. Estos efectos placenteros pueden reforzar la conducta de consumo y mantener la adicción.

4. Factores psicológicos y emocionales: Las drogas pueden ofrecer una vía de escape o una forma de hacer frente a problemas emocionales o situaciones estresantes. Las personas pueden usar las drogas como mecanismo de afrontamiento para aliviar el estrés, la ansiedad, la depresión u otras dificultades emocionales, lo que puede mantener la adicción.

Estos factores interactúan entre sí y cada individuo puede tener una combinación única de factores que contribuyen al inicio y al mantenimiento de su adicción. El tratamiento de las adicciones aborda tanto los factores individuales como los contextuales para promover la recuperación y la prevención de recaídas.

Si alguien tiene preocupaciones acerca de su propio consumo de sustancias o el de alguien cercano, es recomendable buscar ayuda y asesoramiento profesional adecuado.

✨ No puedo dormir✨ 

Tenemos la idea de que el insomnio es la incapacidad de dormir, imaginándolo como alguien que, al acostarse da vueltas y más vueltas en la cama.

Y eso es. Pero también mucho más.

Las personas que sufren de insomnio pueden tener problemas para conciliar el sueño al acostarse, despertarse durante la noche y tener dificultades para volver a dormirse, despertarse temprano por la mañana sin poder dormir lo suficiente, o experimentar un sueño de mala calidad que no les deja sentirse descansados al despertar.

El insomnio, además,  puede ser agudo, es decir, de corta duración y relacionado con situaciones temporales de estrés o cambios en el entorno. También puede ser crónico, persistiendo durante un período prolongado, diagnosticándolo si ocurre más de tres noches a la semana durante al menos tres meses.

Pero… ¿Por qué se tiene insomnio?

Existen diferentes causas del insomnio, teniendo que descartar en primer lugar, cualquier problema de salud física como diabetes, problemas cardíacos, dolor crónico, tiroidismo, enfermedades neurológicas o del sistema urinario.

El insomnio acompaña a la casi totalidad de las enfermedades psiquiátricas. Aproximadamente alrededor de un 40% de los pacientes con insomnio presentan un trastorno psiquiátrico. Teniendo el 30% de los casos una depresión y entre el 10 al 15% de los casos abuso de sustancias  (F. Sarrais, P. de Castro Manglano en Anales del Sistema Sanitario de Navarra) 

También puede desarrollarse por factores como el estrés, la ansiedad, el consumo de ciertos medicamentos, trastornos del sueño como la apnea del sueño, el consumo excesivo de cafeína o alcohol, el cambio de horarios de sueño o factores ambientales desfavorables, entre otros.

Conocer por qué ocurre es fundamental para trabajar con el tratamiento adecuado.

Consecuencias del insomnio

Dormir es básico.

Según el profesor de psiquiatría de la Universidad de California, J. Christian Gillin, el tiempo máximo que una persona podría estar sin dormir rondaría los once días (como tope máximo). Los síntomas, en cambio empiezan muchísimo antes, con una privación de 48 horas ya notaríamos fallos motores y cognitivos, pudiendo llegar a ser letal si alcanzamos las 72 horas en vigilia.

1. Impacto en la salud: La relación entre insomnio y salud es bidireccional. El insomnio crónico se ha asociado con una serie de problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad, trastornos del estado de ánimo (como la depresión y la ansiedad) y disminución del sistema inmunológico.

2. Rendimiento cognitivo y laboral: El insomnio afecta negativamente el rendimiento cognitivo, lo que incluye dificultades en la atención, la concentración, la memoria y la toma de decisiones. Además, puede disminuir la productividad laboral y aumentar el riesgo de accidentes laborales.

3. Relación con otros trastornos del sueño: El insomnio a menudo se presenta en conjunto con otros trastornos del sueño, como la apnea del sueño y el síndrome de las piernas inquietas. Estos trastornos pueden interactuar entre sí y empeorar los síntomas del insomnio.

4. Cambios de humor y irritabilidad: La falta de sueño puede afectar el estado de ánimo y provocar cambios emocionales. Las personas que sufren de insomnio pueden experimentar irritabilidad, cambios de humor, aumento del estrés y dificultad para regular las emociones.

5. Impacto en las relaciones interpersonales: El insomnio crónico puede afectar las relaciones con los demás. La fatiga constante y los cambios de humor pueden dificultar la interacción social y provocar conflictos en las relaciones personales, familiares y laborales.

Es importante tener en cuenta que las consecuencias del insomnio pueden variar de una persona a otra, y la gravedad de las consecuencias puede depender de la duración y la gravedad del trastorno del sueño. 

¿Qué puedo hacer para dormir mejor?

Se ha demostrado que las terapias cognitivo-conductuales son altamente efectivas en el tratamiento del insomnio. Estas terapias incluyen técnicas de higiene del sueño, manejo del estrés, reestructuración cognitiva y control de estímulos. Además, existen medicamentos recetados que pueden ayudar a corto plazo, aunque su uso a largo plazo debe ser evaluado cuidadosamente.

¿Qué es la higiene del sueño?

Recordamos que dado que la mayor parte de los insomnios son secundarios a otras patologías, para un tratamiento eficaz es necesaria la realización de un diagnóstico acertado fundamentado en una buena anamnesis.

Existen técnicas de terapia conductual y de higiene del sueño que han demostrado una eficacia a largo plazo sin necesidad de fármacos.

La higiene del sueño se refiere a una serie de prácticas y hábitos que pueden ayudar a promover un sueño saludable y reparador. Aquí hay algunas recomendaciones para mejorar la higiene del sueño:

1. Mantener un horario de sueño regular: Intenta acostarte y levantarte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayuda a establecer un ritmo circadiano adecuado y a entrenar al cuerpo para dormir y despertar en momentos consistentes.

2. Crea un ambiente propicio para el sueño: Asegúrate de que tu dormitorio sea un lugar tranquilo, oscuro, fresco y cómodo. Utiliza cortinas opacas o antifaz, tapones para los oídos, ventiladores u otros dispositivos que te ayuden a bloquear el ruido y la luz externa.

3. Evita las siestas prolongadas: Si tienes dificultades para conciliar el sueño por la noche, limita las siestas durante el día y evita las siestas largas. Si sientes la necesidad de tomar una siesta, asegúrate de que sea breve y que termine al menos unas horas antes de acostarte.

4. Establece una rutina relajante antes de acostarte: Dedica al menos 30 minutos antes de ir a la cama a actividades relajantes, como leer un libro, escuchar música suave, tomar un baño caliente o practicar técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda. Evita la exposición a pantallas luminosas (teléfonos, tabletas, computadoras) antes de acostarte, ya que pueden afectar tu sueño.

5. Limita el consumo de estimulantes: Evita la cafeína y la nicotina al menos 4-6 horas antes de acostarte, ya que son estimulantes que pueden interferir con el sueño. También es recomendable limitar el consumo de alcohol, ya que aunque puede ayudar a conciliar el sueño, puede interrumpirlo más tarde durante la noche.

6. Haz ejercicio regularmente: La actividad física regular puede mejorar la calidad del sueño, pero evita hacer ejercicio intenso justo antes de acostarte, ya que puede aumentar la alerta y dificultar conciliar el sueño. Intenta realizar ejercicio por lo menos unas horas antes de la hora de dormir.

7. Gestiona el estrés: El estrés puede afectar negativamente el sueño. Intenta encontrar formas de manejar el estrés, como practicar técnicas de relajación, hacer ejercicio, escribir en un diario o hablar con un profesional de la salud mental si es necesario.

Recuerda que cada persona es única y tiene unas necesidades específicas por lo tanto puede requerir diferentes estrategias para mejorar la higiene del sueño

Si a pesar de adoptar estas recomendaciones sigues teniendo dificultades para dormir, es recomendable consultar con un médico o especialista en trastornos del sueño para recibir una evaluación y orientación adicionales.

✨ Recursos Psicológicos Gratuitos✨ 

Éstos son algunos recursos psicológicos gratuitos que ofrecen diferentes administraciones y asociaciones.

Lee detenidamente la información, pues en algunos casos piden requisitos para poder acceder a la terapia.

Amalgama

Amalgama Social es una asociación sin ánimo de lucro, que acerca la atención psicológica a las personas que no puedan acceder a ella. Para ello ha creado una red de psicólogos sanitarios y trabajadores sociales , organizados y coordinados para atender a la población que lo precise, con un servicio de máxima calidad y eficacia

Amalgama Social no recibe ayudas del Estado ni subvención alguna, sufraga todos sus gastos con la remuneración de los servicios de bajo coste que presta.

Web: https://www.amalgamasocial.org/

Número de teléfono para obtener atención psicológica inmediata: 91 290 71 77

Instituto Centta

Psicología Gratis en Madrid es un programa de atención psicológica gratuita o subvencionada dirigida a personas en riesgo de exclusión social que cuenta con la coordinación terapéutica de psicólogos especialistas con amplia experiencia en la intervención psicológica y la participación de psicólogos en formación.

Psicología Gratis en Madrid es el proyecto solidario y formativo de Instituto Centta un centro de psicología de referencia en Madrid.

También disponible online.

http://psicologiagratismadrid.es/

Consulta los requisitos para poder acceder a la terapia gratuita: https://www.centta.es/wp-content/uploads/2014/11/Bolsa-de-plazas-subvencionadas-Bases.pdf

Teléfono de la Esperanza

Es una organización sin ánimo de lucro que ofrece apoyo emocional y prevención del suicidio a través de su línea telefónica de atención las 24 horas del día.

Puedes contactarlos al número 717 003 717.

Canvis

Canvis es un centro de psicología ubicado en el Eixample de Barcelona.

“Nuestro compromiso profesional y social, así como las ventajas que nos ofrece el haber firmado convenios con instituciones Privadas Docentes y Universidades Internacionales de gran prestigio, nos permiten ofrecer subvenciones para que nuestro equipo de psicólogos y terapeutas puedan realizar tratamientos a aquellas personas que lo soliciten y acrediten reunir los requisitos solicitados en la primera visita.”

Web: https://www.canvis.es/es/

ANAR

Objetivo: Facilitar a niños, niñas y adolescentes un espacio seguro y confidencial en el que se sientan escuchados y respetados, y donde puedan expresar libremente aquello que les ocurre para encontrar alternativas a sus problemas de manera conjunta.

Web: https://www.anar.org/

Teléfono de ayuda a niños y adolescentes: 900202010

Número de ayuda acoso escolar: 900018018

Teléfono para adultos que necesitan orientación con un menor con problema: 600505152

FEAFES

Asociación de Personas con Trastorno Mental Grave (FEAFES).

Esta asociación ofrece programas de atención psicológica y apoyo a personas con trastornos mentales graves y a sus familiares. Dependiendo de dónde vivas tendrás que dirigirte a la asociación FEAFES de tu comunidad. 

Puedes encontrar información sobre los centros y servicios disponibles en su página web.

Instituto de la Mujer 

Brinda servicios de atención psicológica gratuita a mujeres víctimas de violencia de género.

Puedes acudir a las delegaciones según tu Comunidad Autónoma o provincia.

Web: https://www.inmujeres.gob.es/servRecursos/centrosAtencion/home.htm

Asociación Española contra el Cáncer (AECC)

La AECC cuenta con psicólogos especializados en apoyo emocional a personas afectadas por el cáncer y sus familiares. Ofrecen atención gratuita en diferentes localidades de España. Puedes consultar su página web o contactar con la delegación más cercana para obtener más información.

Web: https://contraelcancer.es/es

Tienen también un teléfono de atención gratuita durante las 24 h

900100036

Línea 024

El Ministerio de Sanidad promueve la Línea 024 de atención a la conducta suicida. Se trata de una línea telefónica de ayuda a las personas con pensamientos, ideaciones o riesgo de conducta suicida, y a sus familiares y allegados, básicamente a través de la contención emocional por medio de la escucha activa por los profesionales del 024, la recomendación de que contacten con los servicios sanitarios del SNS o la derivación al 112 en los casos en los que se aprecie una situación de emergencia. En caso de emergencia vital inminente puede llamar directamente al teléfono de emergencias 112.

La línea 024 no pretende reemplazar ni ser alternativa a la consulta presencial con un profesional sanitario cuando sea necesaria.

Los destinatarios de la línea son las personas con conducta o ideación suicida, así como los familiares o allegados de víctimas de suicidio o de personas con ideación suicida.

El 024 es un servicio de alcance nacional (accesible desde todo el territorio nacional), gratuito, confidencial y disponible las 24 horas del día, los 365 días del año.

Contra el acoso escolar

Teléfono 900 018 018.

El teléfono funciona las 24 horas del día, los 365 días del año (servicio 24-7-365).

Destinado a niños, niñas, adolescentes, padres, madres, familia, conjunto de profesionales que forman la comunidad educativa, y a cualquier persona que conozca una situación de acoso escolar y/o malos tratos en el ámbito de los centros docentes del sistema educativo español, tanto dentro como fuera del aula.

Las llamadas serán atendidas por psicólogos, psicopedagogos, juristas, sociólogos y trabajadores sociales.

Coordinación con recursos externos en los casos de intervención por riesgo grave, y posterior seguimiento del caso.

Se garantiza la absoluta confidencialidad y protección de datos de los usuarios de las diferentes líneas de ayuda.

El número de teléfono es gratuito y no aparecerá en la factura del teléfono desde el que se hace la llamada.

Se atienden todos los casos de malos tratos y de acoso verbal, psicológico, físico, social, sexual y ciberacoso por internet (redes sociales).

Recursos psicológicos gratuitos para víctimas de abuso sexual infantil

Save the Children pone a disposición una lista con diferentes recursos divididos por comunidad autónoma para las víctimas de abuso sexual infantil.

Web: https://www.savethechildren.es/recursos-y-telefonos-para-victimas-de-abuso-sexual-infantil

Ayuntamientos y centros de servicios sociales

En algunos municipios, los ayuntamientos y centros de servicios sociales ofrecen programas de atención psicológica gratuita o a bajo costo. Puedes informarte en tu ayuntamiento local o en el centro de servicios sociales más cercano.

Recuerda que la disponibilidad de estos recursos psicológicos gratuitos puede variar dependiendo de la ubicación geográfica y la demanda en cada momento.

Te recomiendo verificar la información actualizada y consultar con las organizaciones o instituciones mencionadas para obtener detalles precisos sobre los servicios que ofrecen.

✨ Depresión de alto funcionamiento: cuando parece que todo va bien✨ 

“Iba al trabajo, comía con mis compañeros, hacía viajes en vacaciones… Si le preguntabas a cualquiera te hubiera dicho que era una persona feliz, pero por dentro… Sentía que me moría un poco cada día.”

El concepto “depresión de alto funcionamiento” es un concepto relativamente nuevo, no estando reconocido oficialmente como un diagnóstico clínico en los manuales de diagnóstico psiquiátrico.

Sin embargo, algunos estudios han examinado el fenómeno de la depresión en personas que mantienen un alto nivel de funcionamiento externo. Estos estudios generalmente se centran en las características y los síntomas que experimentan las personas con depresión de alto funcionamiento, y en cómo esta forma de depresión puede afectar su bienestar y calidad de vida.

Un estudio publicado en la revista Journal of Affective Disorders en 2018 examinó a un grupo de personas con depresión de alto funcionamiento y encontró que tenían un nivel significativo de síntomas depresivos, aunque podían funcionar en diversas áreas de su vida. El estudio destacó la importancia de evaluar y tratar adecuadamente la depresión en personas que aparentemente están bien, pero que en realidad están luchando internamente.

¿Qué es la depresión de alto funcionamiento?

La “depresión de alta funcionalidad” es un término que se utiliza para describir a las personas que sufren de depresión, pero que aún así son capaces de funcionar relativamente bien en su vida diaria. Estas personas pueden tener una apariencia externa de éxito o bienestar, pero internamente luchan con síntomas de depresión.

Algunos síntomas…

1. Fatiga persistente: Aunque pueden parecer tener mucha energía y estar activos, las personas con depresión de alta funcionalidad pueden experimentar una sensación constante de agotamiento físico y mental.

2. Sentimientos de tristeza: Aunque puedan sonreír y parecer felices en la superficie, estas personas pueden sentir una tristeza interna y una sensación de vacío que no desaparece.

3. Pérdida de interés: Aunque puedan continuar con sus responsabilidades y actividades, pueden experimentar una pérdida de interés en cosas que antes disfrutaban, como hobbies, actividades sociales o incluso relaciones personales.

4. Dificultad para concentrarse: Pueden tener dificultades para concentrarse en tareas o mantener la atención, lo que puede afectar su rendimiento en el trabajo, los estudios u otras áreas de su vida.

5. Cambios en el apetito: Algunas personas pueden experimentar cambios en su apetito, como una disminución o aumento significativo en la ingesta de alimentos. Pueden tener pérdida de apetito o recurrir a la comida como una forma de afrontamiento emocional.

6. Problemas de sueño: Pueden tener dificultades para conciliar el sueño, despertarse durante la noche o experimentar un sueño no reparador. También pueden experimentar insomnio o dormir en exceso como una forma de escape o evasión.

7. Sentimientos de culpa o autocrítica: Aunque puedan lograr mucho en su vida, pueden tener una voz interna crítica que los juzga constantemente. Pueden sentirse culpables por no poder disfrutar de las cosas o por no ser lo suficientemente felices.

¿En qué se diferencia de la depresión mayor?

La depresión mayor y la depresión de alto funcionamiento son dos términos que a menudo se utilizan para describir diferentes formas de depresión. Aquí te explico las diferencias entre ambas:

Depresión mayor

También conocida como depresión clínica o trastorno depresivo mayor, es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por la presencia de varios síntomas depresivos graves que afectan significativamente la vida diaria de una persona. Estos síntomas pueden incluir una tristeza persistente, pérdida de interés o placer en actividades, cambios en el apetito y el peso, problemas de sueño, fatiga, sentimientos de culpa o inutilidad, dificultades para concentrarse, falta de energía y pensamientos de muerte o suicidio. La depresión mayor puede tener un impacto significativo en la capacidad de una persona para funcionar en diferentes áreas de su vida, como el trabajo, los estudios, las relaciones personales y las actividades diarias.

Depresión de alto funcionamiento

Este término se utiliza para describir a las personas que experimentan síntomas depresivos, pero aún así son capaces de mantener un alto nivel de funcionamiento en su vida diaria. A diferencia de la depresión mayor, las personas con depresión de alto funcionamiento pueden parecer exitosas, productivas y “bien” externamente, a pesar de estar lidiando con síntomas depresivos internamente. Pueden cumplir con sus responsabilidades laborales, mantener relaciones y participar en actividades sociales, pero experimentan una lucha interna con la depresión. Los síntomas que pueden presentar son similares a los de la depresión mayor, pero pueden ser más sutiles o enmascarados debido a la capacidad de la persona para mantener un alto nivel de funcionamiento externo.

En resumen, la diferencia principal entre la depresión mayor y la depresión de alto funcionamiento radica en el impacto que tienen los síntomas depresivos en la capacidad de una persona para funcionar en su vida diaria. Mientras que la depresión mayor puede afectar significativamente el funcionamiento global, la depresión de alto funcionamiento se caracteriza por mantener un nivel aparentemente alto de funcionamiento externo a pesar de los síntomas depresivos. Sin embargo, ambas formas de depresión requieren atención y tratamiento adecuados por parte de profesionales de la salud mental.

Es importante destacar que estos síntomas pueden variar en intensidad y presentación en cada persona, y que solo un profesional de la salud mental puede realizar un diagnóstico adecuado. Si tú o alguien que conoces está experimentando estos síntomas o cualquier otro relacionado con la depresión, es fundamental buscar ayuda de profesionales de la salud para recibir un adecuado tratamiento y apoyo.

Trauma Psicológico

Psicológicamente hablando, un trauma se refiere a una experiencia o evento abrumador que perturba significativamente la capacidad de una persona para hacer frente y procesar emocionalmente la situación.

En el imaginario colectivo entendemos como trauma situaciones como abuso físico, sexual o emocional, violencia, accidentes, desastres naturales, guerra, pérdida traumática…

Pero no necesariamente tiene que ser o limitarse a éstas.

Me explico.

El ser humano está diseñado para sobrevivir teniendo, por lo tanto, una capacidad de adaptación asombrosa. Por eso conocemos casos de personas que han salido adelante tras experiencias terribles.

Y es cierto que a veces estas experiencias pueden generarnos problemas psicológicos, como el Trastorno de estrés post traumático.

Pero, tal como expone Anabel González en su libro “No soy yo”:

“Las consecuencias de catástrofes naturales o accidentes pueden ser graves pero los traumas de tipo interpersonal son más dañinos, y producen trastornos más profundos en la identidad y las creencias del individuo. Estos traumas interpersonales graves, y en especial los que suceden en las primeras etapas del desarrollo, o los que se generan dentro de las relaciones de intimidad, dan lugar a cuadros clínicos que han sido englobados en el concepto de trauma complejo.” 

Esto quiere decir que aquello que vivimos de forma disfuncional en edades tempranas puede impactar de forma mucho más significativa y duradera en cómo nos percibimos, nos pensamos y nos relacionamos.

Y como todo, lo entenderemos mejor con una metáfora

La rana y la olla

Una rana saltó un día a una olla de agua hirviendo. Inmediatamente, saltó para escapar. 

No aguantó ni un segundo pues el instinto hizo que reaccionara.

Sin embargo, otro día, esa misma olla estaba llena de agua fría. La rana saltó dentro y se quedó tan tranquila. El agua se fue calentando y el agua, antes fría, ahora era agua templada. Pero la rana se fue acostumbrando, porque iba calentándose muy poco a poco.  De forma gradual, el agua fue subiendo de temperatura hasta hervir. 

Llegó a estar tan caliente que la rana murió de calor. 

La rana no se había dado cuenta pues se había ido acostumbrando a la temperatura.

Trauma Complejo

El trauma complejo es un término que se utiliza para describir experiencias traumáticas prolongadas o repetidas, generalmente en el contexto de relaciones interpersonales cercanas y abusivas. A diferencia de un trauma agudo, que implica un evento traumático específico, el trauma complejo se refiere a la acumulación de traumas a lo largo del tiempo.

El trauma complejo generalmente se origina en la infancia, en situaciones en las que encuentran expuestos a abusos físicos, sexuales o emocionales crónicos, negligencia, abandono, violencia doméstica o cualquier otro entorno traumático y disfuncional. También puede ser experimentado por adultos que han estado involucrados en relaciones abusivas o han sido sometidos a múltiples traumas a lo largo de su vida.

¿Qué es el Trauma oculto?.

Boris Cyrulnik, un reconocido psiquiatra y psicólogo francés, ha investigado ampliamente sobre el impacto del trauma en el desarrollo humano. 

“Ser rechazado o despreciado por alguien cuyo afecto esperabas es una herida traumática. Esta agresión menos flagrante que una violación o que una escena de horror es mucho más traumatizante, ya que, como es poco consciente, resulta más difícil de analizar y nos protegemos menos de ella.” Boris Cyrulnik (2013).

Cyrulnik sostiene que los seres humanos tienen una capacidad innata para superar y recuperarse de experiencias traumáticas, lo que él llama “resiliencia”. Sin embargo, cuando ocurren estos “pequeños desgarros” en la infancia o en etapas tempranas del desarrollo, puede ser difícil de identificar y recordar conscientemente en la vida adulta.

El trauma oculto es, por lo tanto, esa subida de temperatura gradual de la que no tomamos conciencia y cuyas consecuencias no sabemos manejar.

Nos estamos quemando pero no sabemos por qué.

Nota importante: El trauma es una experiencia subjetiva y lo que puede traumatizar a una persona puede no tener el mismo efecto en otra. Además, los traumas pueden ser únicos para cada individuo, dependiendo de sus circunstancias y recursos internos para hacer frente.

Síntomas de Trauma Complejo

Ciertos síntomas son comunes en personas que han experimentado trauma complejo

1. Poca o nula regulación emocional: Las personas con trauma complejo pueden experimentar dificultades para regular sus emociones. Pueden experimentar cambios de humor intensos, reacciones emocionales desproporcionadas, explosiones de ira, ansiedad, depresión y sentimientos abrumadores sin una causa aparente.

2. Dificultades en las relaciones interpersonales: El trauma complejo puede afectar la forma en que una persona se relaciona con los demás. Pueden tener dificultades para establecer y mantener relaciones saludables, experimentar miedo a la intimidad, tener problemas para confiar en los demás o establecer límites adecuados.

3. Hipervigilancia y sensación de amenaza constante: Las personas con trauma complejo pueden desarrollar una sensación persistente de peligro y una hipervigilancia excesiva. Pueden estar constantemente en guardia, anticipando amenazas y sintiéndose inseguras incluso en entornos seguros. Esto puede llevar a una respuesta exagerada de lucha o huida frente a situaciones que no son realmente amenazantes.

4. Flashbacks y recuerdos intrusivos: Los recuerdos traumáticos pueden surgir de manera incontrolable en forma de flashbacks o imágenes intrusivas. Las personas con trauma complejo pueden revivir experiencias traumáticas pasadas, sintiendo que están ocurriendo en el presente, lo que puede generar una intensa angustia emocional.

5. Desconexión y disociación: Para hacer frente al trauma, algunas personas pueden experimentar desconexión emocional y disociación. Pueden sentirse desconectadas de sí mismas, como si estuvieran observando su vida desde fuera o como si estuvieran desconectadas de sus propios sentimientos y experiencias.

Es importante destacar que estos síntomas pueden variar en su intensidad y manifestación en cada individuo. Además, el trauma complejo puede estar asociado con una variedad de otros síntomas y trastornos.

El impacto del trauma puede ser duradero y afectar la forma en que una persona percibe el mundo, se relaciona con los demás y se siente consigo misma. 

El abordaje del trauma desde la psicología puede implicar terapia especializada, como la terapia cognitivo-conductual, la terapia de exposición, la terapia de procesamiento de la información y la terapia de desensibilización y reprocesamiento mediante movimientos oculares (EMDR, por sus siglas en inglés).

Estos enfoques terapéuticos buscan ayudar a la persona a procesar y asimilar el trauma, así como a desarrollar estrategias de afrontamiento saludables.

¿Es posible detectar el bullying?

El bullying escolar se refiere al acoso, la intimidación y la violencia psicológica o física que ocurren entre estudiantes dentro del entorno educativo. 

Es un problema grave que puede tener consecuencias negativas obvias para las víctimas,  pero también para quienes agreden, así como para el clima general de la escuela.

El bullying puede manifestarse de diferentes formas, como el acoso verbal, físico, psicológico o cibernético. Lxs agresorxs pueden utilizar insultos, burlas, rumores, exclusiones sociales, golpes o incluso amenazas para intimidar. Estas acciones pueden repetirse de manera constante, creando un ambiente hostil y de miedo para la víctima.

Las consecuencias del bullying escolar son profundas y duraderas. Las víctimas pueden experimentar problemas de salud mental, como depresión, ansiedad y baja autoestima. Pueden tener dificultades para concentrarse en sus estudios y, en algunos casos extremos, pueden llegar a considerar el suicidio ya que la sociedad falla y no somos capaces de ofrecerles otra solución.

Además, el bullying también puede afectar el rendimiento académico y la participación escolar de las víctimas.

Es fundamental abordar el problema del bullying de manera integral. Las escuelas deben implementar políticas de tolerancia cero frente al acoso escolar y promover una cultura de respeto y empatía entre lxs estudiantes. Es necesario que el personal escolar tenga la capacidad para identificar y abordar los casos de bullying de manera adecuada, brindando apoyo a las víctimas y aplicando consecuencias claras a los agresores.

Además, es importante fomentar la conciencia y la educación sobre el bullying tanto entre los estudiantes como en la comunidad en general. Las familias, los medios de comunicación y las organizaciones pueden desempeñar un papel clave en la promoción de campañas de sensibilización y en la enseñanza de habilidades de comunicación y resolución de conflictos.

Bullying escolar: algunas soluciones

El bullying escolar es un problema complejo, pero existen diversas soluciones para abordarlo de manera efectiva. Aquí se presentan algunas:

1. Concienciación y educación: Es fundamental crear conciencia sobre el bullying escolar y sus efectos perjudiciales. Las escuelas deben implementar programas de educación que promuevan el respeto, la empatía y la tolerancia. Se deben enseñar habilidades de comunicación, resolución de conflictos y manejo de emociones para fomentar relaciones saludables entre los estudiantes.

2. Políticas y protocolos claros: Las escuelas deben establecer políticas de tolerancia cero frente al bullying y desarrollar protocolos claros para reportar y abordar los casos de acoso. Estos protocolos deben ser conocidos por toda la comunidad: estudiantes, familias y personal escolar, y deben asegurar una respuesta rápida y efectiva ante los incidentes de bullying.

3. Apoyo a las víctimas: Es fundamental brindar apoyo a las víctimas de bullying. Las escuelas deben contar con equipos de orientación y psicología capacitados para ofrecer ayuda emocional y apoyo a las víctimas. Se pueden establecer, por ejemplo, programas de mentores o compañeros mayores para que los estudiantes se sientan respaldados y protegidos.

4. Participación de las familias: Las familias deben estar involucradas en la prevención y el abordaje del bullying escolar. Las escuelas pueden organizar talleres y reuniones para informar sobre el problema y brindarles herramientas para detectar señales de acoso en casa. También es aconsejable establecer canales de comunicación abiertos para comunicar y tratar los casos de bullying.

5. Promoción de un entorno seguro: Las escuelas deben trabajar en la creación de un entorno seguro y acogedor para todo el alumnado. Esto implica supervisión adecuada en áreas comunes, como patios y pasillos, así como el establecimiento de reglas claras de convivencia. Además, se pueden implementar programas de mediación escolar para resolver conflictos de manera pacífica y promover la empatía y el respeto mutuo.

6. Prevención del cyberbullying: Dado el creciente uso de la tecnología, es importante educar sobre los riesgos y las consecuencias del cyberbullying. Las escuelas deben promover el uso responsable de las redes sociales y brindar pautas claras sobre el respeto digital. También se pueden establecer filtros y medidas de seguridad en los sistemas informáticos escolares para prevenir y detectar casos de cyberbullying.

Abordar el bullying escolar requiere de un enfoque integral que involucre a todos los actores de la comunidad educativa. Con concienciación, políticas claras, apoyo a las víctimas y promoción de un entorno seguro, es posible prevenir y combatir el bullying escolar, creando escuelas donde todo el alumnado pueda aprender y crecer sin temor a la violencia y la intimidación.

Datos en españa

1. Encuesta sobre Violencia, Acoso y Convivencia en los Centros Educativos Españoles: Según esta encuesta realizada en 2019 por el Ministerio de Educación y Formación Profesional de España, el 4,9% de los estudiantes de educación primaria y secundaria en España afirmaron haber sufrido bullying en los últimos meses.

2. Tipos de bullying: Según el Informe Cisneros X sobre Acoso Escolar y Ciberbullying en España, publicado en 2019 por la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo), los tipos de bullying más comunes son el verbal (69,1%), el social (58,3%) y el psicológico (44,9%). El bullying físico ocurre en un 25,3% de los casos.

3. Ciberbullying: El mismo informe menciona que el 10,3% de los estudiantes han sufrido ciberbullying en España. El ciberbullying implica el acoso a través de medios electrónicos, como redes sociales, mensajes de texto o correo electrónico.

4. Género y bullying: Según la Encuesta sobre Violencia, Acoso y Convivencia en los Centros Educativos Españoles, las niñas son más propensas a sufrir acoso que los niños. El 5,7% de las niñas y el 4,1% de los niños informaron haber sufrido bullying en los últimos meses.

5. Consecuencias del bullying: El bullying puede tener consecuencias graves para las víctimas. Según el Informe Cisneros X, los efectos más comunes incluyen el deterioro del rendimiento académico, la ansiedad, la depresión y el aislamiento social.

Por qué se produce el bullying

Existen diversas razones por las cuales algunas personas hacen bullying. Es importante destacar que el comportamiento de acoso puede ser el resultado de múltiples factores y no existe una única explicación que se aplique a todos los casos. Algunas posibles razones son:

Deseo de poder y dominio

Algunos individuos recurren al bullying como una forma de ejercer control y poder sobre otras personas. Buscan sentirse superiores o ganar reconocimiento y estatus dentro de un grupo social.

Baja autoestima

Quienes agreden pueden tener una baja autoestima o inseguridades internas, y utilizan el bullying como una forma de compensar sus propias dificultades emocionales proyectando su malestar en otros.

Aprendizaje social

En algunos casos las personas que ejercen violencia pueden haber sido expuestas a modelos de violencia o intimidación en su entorno, como en sus hogares o comunidades, lo que puede llevarlos a imitar este comportamiento en la escuela.

Deseo de pertenencia

Necesidad de sentirse aceptados y formar parte de un grupo, aunque esto implique dañar a otras personas.

Falta de empatía

Al carecer de empatía y no comprender o considerar los sentimientos de los demás, existe mayor probabilidad de ejercer violencia sin sentir culpa o remordimientos.

Es importante aclarar que estas razones no justifican el bullying. El bullying es un comportamiento inaceptable y perjudicial que no debe ser tolerado. Es responsabilidad de las instituciones educativas y de la sociedad en general abordar y prevenir el bullying, fomentando la empatía, el respeto y la conciencia sobre las consecuencias negativas de estas acciones.

Síntomas

¿Cómo puedo detectar si ejercen violencia sobre mi hijo o hija?

1. Cambios en el comportamiento emocional: Las víctimas de bullying pueden mostrar cambios repentinos en su estado de ánimo, como tristeza, irritabilidad, ansiedad o miedo. También pueden tener dificultades para conciliar el sueño o sufrir pesadillas.

2. Baja autoestima: Las víctimas de bullying tienden a experimentar una disminución de su autoestima y confianza en sí mismas. Pueden dudar de sus habilidades, sentirse inseguras y menospreciarse.

3. Problemas académicos: El acoso escolar puede afectar el rendimiento académico de las víctimas. Pueden tener dificultades para concentrarse en clase, disminución del interés por el estudio o una disminución en sus calificaciones.

4. Cambios en los patrones de amistad: Las víctimas de bullying pueden evitar las interacciones sociales y mostrar una disminución en su participación en actividades escolares. Pueden tener dificultades para establecer relaciones de amistad e incluso alejarse de sus grupo habitual.

5. Síntomas físicos: El bullying también puede manifestarse a través de síntomas físicos. Las víctimas pueden quejarse de dolores de cabeza, dolores de estómago, náuseas o problemas digestivos sin causa médica aparente. También pueden presentar cambios en el apetito.

6. Problemas de conducta: Algunas víctimas exteriorizan con violencia o mal comportamiento en otros ámbitos lo que están viviendo en el centro. 

Es importante estar atentos a estos signos y síntomas y tomar medidas adecuadas si se sospecha que alguien está siendo víctima de bullying. La detección temprana y la intervención son clave para prevenir y abordar el bullying escolar de manera efectiva.

Bullying escolar y autoestima

El bullying escolar puede tener un impacto significativo en la autoestima de las víctimas. La autoestima se refiere a la valoración y percepción que una persona tiene de sí misma, su confianza y creencia en sus propias capacidades y valía. El acoso constante y la victimización pueden erosionar la autoestima de las personas afectadas de varias maneras:

1. Menosprecio: Los insultos, burlas y humillaciones para menospreciar a sus víctimas, pueden hacer que éstas internalicen los mensajes negativos y comiencen a creer que no son valiosas o dignas de respeto.

2. Sentimientos de vergüenza y culpa: Las víctimas de bullying pueden sentirse avergonzadas por ser objeto de burlas y agresiones. Esto puede generar sentimientos de culpa, creyendo que de alguna manera son responsables de su situación.

3. Aislamiento y soledad: Las víctimas de bullying a menudo experimentan un deterioro en sus relaciones sociales. Pueden ser excluidas o ignoradas por sus pares, lo que contribuye a sentimientos de soledad y aislamiento. Esta falta de conexión social puede afectar negativamente su autoestima y su sentido de pertenencia.

4. Duda de sí mismx: El constante acoso puede hacer que las víctimas duden de sus propias habilidades, talentos y capacidades. Pueden comenzar a cuestionarse a sí mismas y a perder la confianza en su valía personal.

5. Miedo al rechazo: Las víctimas de bullying pueden desarrollar un miedo constante al rechazo y a la crítica. Pueden evitar situaciones sociales o participar activamente para evitar posibles situaciones de acoso.

Es importante destacar que la autoestima de las víctimas puede ser afectada no solo durante el periodo de bullying, sino también a largo plazo si no se aborda adecuadamente. Por lo tanto, es esencial brindar apoyo emocional y psicológico a las víctimas de bullying para fortalecer su autoestima, fomentar habilidades de afrontamiento, resiliencia y empoderamiento.

De esa forma ayudamos a las víctimas a recuperar su confianza y bienestar emocional.

Cómo denunciar

Si estás siendo víctima de bullying y deseas denunciarlo, aquí hay un paso a paso que puedes seguir:

Documenta las evidencias

Recolecta todas las pruebas posibles del bullying que estás experimentando. Esto puede incluir capturas de pantalla de mensajes o publicaciones ofensivas, fotografías, videos o cualquier otra evidencia que respalde tu denuncia. Mantén un registro detallado de los incidentes, incluyendo fechas, horas, lugares y descripciones de lo sucedido.

Busca apoyo

Habla con alguien en quien confíes, como un amigo, un miembro de la familia, un profesor o un consejero escolar. Comparte tus experiencias y muestra las pruebas que has recopilado. El apoyo de personas de confianza puede ser fundamental en este proceso.

Informa a las autoridades escolares

Presenta una denuncia formal ante las autoridades de tu escuela. Esto puede ser un profesor, el director o el coordinador de convivencia escolar. Entrega la documentación que respalda tu denuncia y explica claramente los incidentes de bullying que has experimentado. Solicita una reunión para discutir el asunto y buscar una solución.

Contacta a las autoridades correspondientes

Si el acoso persiste o no se toman medidas adecuadas por parte de las autoridades escolares, considera informar a las autoridades policiales. Puedes presentar una denuncia formal en la comisaría más cercana o contactar a la línea de ayuda contra el bullying en tu país para recibir orientación adicional.

Como hemos visto, el bullying escolar es un tema complejo que puede impactar de forma significativa la vida de quien lo sufre.

Como familia o si formas parte de la comunidad educativa, tenemos que comprometernos a no sólo aprender a detectar los síntomas que la víctima pueda mostrar, también a intervenir cuando seamos conscientes de comportamientos violentos o abusivos.

Porque no, no son cosas de niños.

Agorafobia: Síntomas, Causas y Tratamiento

La agorafobia es un trastorno de ansiedad caracterizado por el miedo intenso y evitación de situaciones o lugares donde escapar o recibir ayuda podría ser difícil o embarazoso en caso 

de experimentar un ataque de pánico. 

Aunque etimológicamente derive de ágora (plaza) el miedo no se circunscribe a espacios abiertos (éste es un error muy común) si no que, como dice la definición, es todo aquel lugar que nos impida escapar de forma inmediata o sea embarazoso hacerlo.  Por ejemplo: hacer cola, transporte público, conciertos, clases, puentes o túneles, estar en la calle sin nadie…

Como podemos intuir hay un nexo común en estas situaciones: no poder salir de ahí fácilmente o, en el caso de poder hacerlo, no conseguirlo sin llamar la atención.

Afecta a millones de personas en todo el mundo y tiene un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen, llegando a limitar significativamente su vida.

¿Cuáles son los síntomas de la agorafobia?

La agorafobia se manifiesta a través de una serie de síntomas que pueden variar en intensidad de una persona a otra. Estos síntomas pueden incluir:

1. Miedo intenso a estar en lugares públicos o abiertos donde escapar podría ser difícil.

2. Evitación de situaciones que pueden desencadenar ansiedad, como estar en multitudes, viajar en transporte público, conducir o estar en lugares lejos de casa.

3. Afrontamiento de dichas situaciones con una sensación intensa de ansiedad.

4. Sensación de que es necesario estar acompañado por alguien de confianza para enfrentar las situaciones temidas.

5. Miedo a perder el control o sufrir un ataque de pánico en público.

6. Experimentar ansiedad anticipatoria, es decir, preocuparse excesivamente por futuras situaciones temidas.

7. Limitaciones significativas en la vida diaria y las actividades sociales debido a la evitación.

Causas de la Agorafobia

Las causas exactas de la agorafobia no se conocen con certeza, pero se cree que es el resultado de una combinación de factores genéticos, químicos y ambientales. Algunos factores que pueden contribuir al desarrollo de la agorafobia incluyen:

1.Historia de trastornos de ansiedad

Las personas que han experimentado previamente trastornos de ansiedad, como trastorno de pánico, son más propensas a desarrollar agorafobia.

En este caso se da el conocido como “miedo al miedo”: El ataque de pánico fue una vivencia prácticamente traumática, por lo que se evita de forma activa cualquier situación que creamos que puede volver a desencadenarlo.

2. Factores genéticos

Existe evidencia de que la agorafobia puede tener una base genética, lo que significa que hay una mayor probabilidad de desarrollarla si tienes familiares con el trastorno.

3. Experiencias traumáticas

Existe una correlación entre las experiencias traumáticas y la agorafobia. Aunque no todas las personas con agorafobia han experimentado eventos traumáticos, se ha observado que existe una mayor prevalencia de antecedentes traumáticos en individuos con agorafobia en comparación con la población general.

El trauma puede desencadenar y contribuir al desarrollo de trastornos de ansiedad, incluida la agorafobia. Las experiencias traumáticas pueden generar una respuesta de estrés crónica y afectar la forma en que el cerebro procesa y responde a los estímulos relacionados con la seguridad y el peligro. Esto puede dar lugar a la hiperactividad del sistema de alarma del cerebro, aumentando la sensibilidad a las situaciones que podrían desencadenar miedo o ansiedad.

Las experiencias traumáticas pueden variar en su naturaleza y gravedad. Pueden incluir abuso físico, abuso sexual, accidentes traumáticos, violencia, desastres naturales, entre otros. Estos eventos pueden generar una respuesta de miedo intenso y tener un impacto duradero en la percepción de seguridad y en la capacidad de afrontamiento de una persona.

Es importante destacar que no todas las personas que experimentan traumas desarrollarán agorafobia. La agorafobia es una condición compleja y multifactorial que puede tener múltiples causas y factores desencadenantes. Además de los eventos traumáticos, también pueden influir otros factores, como la predisposición genética, la historia familiar, los patrones de pensamiento negativos, la personalidad y el contexto social.

4. Modelado de comportamiento

Observar a otros miembros de la familia o personas cercanas evitar ciertas situaciones puede influir en el desarrollo de la agorafobia.

El modelado de comportamiento puede desempeñar un papel en el desarrollo y mantenimiento de la agorafobia. El modelado se refiere al proceso mediante el cual una persona aprende y adopta comportamientos observando a otros. En el caso de la agorafobia, el modelado puede ocurrir cuando una persona observa a otros miembros de su familia o personas cercanas evitar o experimentar ansiedad en situaciones específicas, como salir de casa o estar en lugares públicos.

Cuando una persona observa a alguien que evita ciertas situaciones debido a la ansiedad o el miedo, puede internalizar esas respuestas y aprender a evitar esas mismas situaciones para sentirse segura. Este aprendizaje por observación puede influir en la formación de creencias y expectativas negativas sobre las situaciones temidas, reforzando así el ciclo de evitación y ansiedad asociado con la agorafobia.

Además del modelado directo, también puede haber un componente de modelado vicario. Esto significa que una persona puede aprender a través de la observación indirecta de los resultados o consecuencias negativas que otras personas experimentan al enfrentar situaciones temidas. Por ejemplo, si una persona ve a alguien que experimenta un ataque de pánico en un lugar público, puede internalizar el temor a tener un ataque similar y evite ese lugar por miedo a las consecuencias.

Es importante tener en cuenta que el modelado de comportamiento no es la única causa de la agorafobia y que puede interactuar con otros factores, como la predisposición genética, las experiencias traumáticas y los patrones de pensamiento negativos. Sin embargo, el modelado puede desempeñar un papel significativo en la adquisición y mantenimiento de los patrones de evitación y ansiedad asociados con la agorafobia.

Abordar el modelado de comportamiento en el tratamiento de la agorafobia implica identificar y desafiar las creencias y expectativas negativas aprendidas, así como fomentar la exposición gradual a las situaciones temidas. Al observar y aprender de modelos positivos de afrontamiento y superación, una persona puede reemplazar los comportamientos evitativos por estrategias más adaptativas y aumentar su confianza para enfrentar las situaciones desafiantes.

Tratamiento de la Agorafobia

La agorafobia es un trastorno tratable y hay varias opciones de tratamiento disponibles.

 Terapia cognitivo-conductual (TCC)

La TCC es una forma de terapia que se centra en identificar y cambiar los pensamientos y comportamientos negativos asociados con la agorafobia. La exposición gradual a las situaciones temidas y el aprendizaje de técnicas de relajación son componentes clave de esta terapia.

Es un enfoque ampliamente utilizado y respaldado por la evidencia para el tratamiento de la agorafobia. Esta forma de terapia se basa en la idea de que nuestros pensamientos, emociones y comportamientos están interrelacionados, y que podemos cambiar nuestro bienestar emocional al identificar y modificar patrones de pensamiento y comportamiento disfuncionales.

Bajar el volumen a la Dramaqueen, vaya 😉

Algunos de sus elementos clave son

  1. Educación y conciencia: El terapeuta proporciona información sobre la agorafobia, sus síntomas y el ciclo de evitación y ansiedad. Se trabaja para aumentar la conciencia sobre los pensamientos negativos y distorsionados que contribuyen a la agorafobia, así como sobre los patrones de comportamiento de evitación.
  2. Reestructuración cognitiva: Se trabaja en identificar y desafiar los pensamientos negativos y distorsionados asociados con la agorafobia. El terapeuta ayuda a la persona a examinar la evidencia que respalda o contradice esos pensamientos y a desarrollar pensamientos más realistas y adaptativos.
  3. Exposición gradual: La exposición gradual es una parte integral de la TCC para la agorafobia. La persona se enfrenta gradualmente a las situaciones temidas en un entorno controlado y seguro. A través de la exposición repetida, se busca reducir el miedo y la ansiedad asociados con esas situaciones.
  4. Técnicas de relajación y manejo del estrés: Se enseñan técnicas de relajación, como la respiración profunda y la relajación muscular progresiva, para ayudar a reducir la ansiedad y el estrés asociados con la agorafobia. Estas técnicas se practican y se integran en la vida diaria de la persona.
  5. Planificación de metas y tareas: Se trabaja en la creación de metas realistas y alcanzables relacionadas con el enfrentamiento de las situaciones temidas. Se establecen tareas específicas que la persona debe completar entre sesiones para seguir avanzando en el tratamiento.
  6. Prevención de recaídas: Se aborda la prevención de recaídas y se proporcionan estrategias para mantener los logros a largo plazo. La persona aprende a reconocer las señales de recaída y a aplicar las habilidades adquiridas para manejar cualquier desafío que pueda surgir.

Es importante tener en cuenta que la terapia cognitivo-conductual es un proceso individualizado y adaptado a las necesidades de cada persona. La duración y la frecuencia del tratamiento pueden variar dependiendo de la gravedad de la agorafobia, el trabajo y la respuesta individual.

Terapia de exposición

La terapia de exposición es un enfoque eficaz para el tratamiento de la agorafobia. Se basa en el principio de enfrentar gradualmente las situaciones temidas y aprender a manejar la ansiedad asociada. A través de la exposición repetida y controlada a estas situaciones, se busca reducir el miedo y la evitación, y promover una mayor capacidad de afrontamiento.

Los principales aspectos de la terapia de exposición son:

  1. Creación de una jerarquía de situaciones temidas: El terapeuta trabajará junto con la persona para identificar y clasificar las situaciones temidas relacionadas con la agorafobia. Estas situaciones se ordenarán en una jerarquía, desde las menos temidas hasta las más temidas. Esto permite una exposición gradual y progresiva a medida que se avanza en el tratamiento.
  2. Exposición gradual: Una vez que se ha establecido la jerarquía, se procede a la exposición gradual a las situaciones temidas. Esto puede incluir visitar lugares públicos, viajar en transporte público o estar en espacios abiertos, entre otros. El terapeuta guiará a la persona a enfrentar estas situaciones en un entorno controlado y seguro.
  3. Exposición imaginaria: En algunos casos, especialmente al principio del tratamiento, puede ser útil realizar ejercicios de exposición imaginaria. Esto implica visualizar mentalmente las situaciones temidas y practicar la relajación y las técnicas de afrontamiento mientras se enfrentan a ellas en la imaginación. Esto ayuda a preparar a la persona para la exposición real.
  4. Aprendizaje de técnicas de afrontamiento: Durante la terapia de exposición, se enseñan y practican técnicas de afrontamiento efectivas, como la respiración profunda, la relajación muscular y la reestructuración cognitiva. Estas técnicas ayudan a reducir la ansiedad y a manejar los pensamientos negativos que pueden surgir durante la exposición.
  5. Mantenimiento y generalización: A medida que la persona avanza en la terapia de exposición y logra enfrentar con éxito las situaciones temidas, se fomenta el mantenimiento de los logros y la generalización de las habilidades aprendidas a situaciones similares en la vida cotidiana.

La terapia de exposición requiere tiempo, esfuerzo y compromiso por parte de la persona, pero puede ser altamente efectiva para superar la agorafobia. Es importante trabajar con un terapeuta capacitado en trastornos de ansiedad para recibir una guía adecuada y personalizada durante el proceso de exposición.

Recuerda que cada individuo es único y puede responder de manera diferente a la terapia de exposición. Es fundamental respetar el ritmo y los límites de cada persona, adaptando el tratamiento a sus necesidades y proporcionando un ambiente de apoyo y seguridad durante todo el proceso.

Terapia de Aceptación y Compromiso

 La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT, por sus siglas en inglés) es otra opción efectiva para tratar la agorafobia. Se basa en el enfoque de aceptar las experiencias internas, como pensamientos y emociones, y comprometerse en acciones que estén alineadas con los valores personales. A continuación, se describen los elementos clave de la ACT en el contexto de la agorafobia:

1. Aceptación: En lugar de luchar contra los síntomas de la agorafobia, la ACT promueve la aceptación de las emociones y pensamientos negativos asociados con ella. En lugar de tratar de evitar o suprimir estos pensamientos y emociones, se alienta a la persona a reconocerlos y permitir que estén presentes sin juzgarlos.

2. Definición de valores: La ACT ayuda a las personas a identificar sus valores fundamentales y lo que realmente les importa en la vida. Esto proporciona una guía para establecer metas y tomar decisiones que estén alineadas con esos valores, incluso cuando la agorafobia pueda generar limitaciones.

3. Compromiso con la acción: La ACT fomenta la toma de acciones valiosas, incluso en presencia de la ansiedad o el miedo asociados con la agorafobia. Intentamos no evitar las situaciones temidas, animando a la persona a comprometerse con actividades que sean coherentes con sus valores, a pesar de la incomodidad.

4. Mindfulness: El entrenamiento en mindfulness es una parte integral de la ACT. El mindfulness implica la atención plena y consciente del momento presente, sin juzgar. Ayuda a las personas a desarrollar una mayor conciencia de sus pensamientos y emociones sin que estos los controlen. Esto puede ser especialmente útil en la gestión de la ansiedad asociada con la agorafobia.

5. Defusión cognitiva: La ACT utiliza técnicas de defusión cognitiva para ayudar a las personas a distanciarse de sus pensamientos y no identificarse con ellos. Dejamos de ver los pensamientos negativos como verdades absolutas, se aprende a observarlos como eventos mentales y a no reaccionar a ellos de forma automática.

Es importante destacar que la elección del tratamiento para la agorafobia puede variar según las necesidades y preferencias individuales. Algunas personas pueden beneficiarse más de la terapia cognitivo-conductual (TCC), mientras que otras pueden encontrar la ACT más adecuada. En muchos casos, una combinación de diferentes enfoques terapéuticos puede ser beneficiosa.

EMDR

La Terapia de Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares (EMDR, por sus siglas en inglés) es un enfoque terapéutico que originalmente se desarrolló para tratar el trastorno de estrés postraumático (TEPT). Sin embargo, en algunos casos, también se ha utilizado para tratar la agorafobia y otros trastornos de ansiedad.

EMDR se basa en la idea de que los traumas y las experiencias negativas quedan almacenados de manera disfuncional en la memoria y pueden contribuir a los síntomas de la agorafobia. El objetivo de la terapia es reprocesar y desensibilizar esas experiencias, permitiendo así una nueva forma de procesamiento y una reducción en los síntomas.

Durante las sesiones de EMDR, se guía a la persona a través de movimientos oculares o estimulación bilateral alternativa, como golpes suaves en las manos. Mientras, la persona se centra en los recuerdos traumáticos o las experiencias asociadas a la agorafobia.

El proceso ayuda a procesar y desensibilizar las emociones y las respuestas asociadas a esos recuerdos.

Aunque la investigación sobre la eficacia de EMDR para tratar la agorafobia es limitada en comparación con la TCC, algunos estudios han mostrado resultados prometedores. Se ha observado una reducción significativa en los síntomas de agorafobia y una mejora en la calidad de vida de las personas que han recibido EMDR como tratamiento.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las personas responderán de la misma manera a EMDR y que cada individuo puede tener necesidades y preferencias diferentes en cuanto al enfoque terapéutico. Es fundamental buscar la orientación de un profesional capacitado y evaluar en conjunto la idoneidad de EMDR como tratamiento para la agorafobia en cada caso específico.

El EMDR generalmente se utiliza como parte de un enfoque terapéutico más amplio que puede incluir otras líneas terapéuticas, como la TCC o la ACT, dependiendo de las necesidades individuales del paciente. La combinación de diferentes modalidades puede proporcionar un enfoque más completo y adaptado para el tratamiento de la agorafobia.

La agorafobia es un trastorno complejo que se manifiesta de diferentes formas según la persona y su historial que, como hemos visto, puede llegar a ser realmente limitante.

La buena noticia es que hay tratamientos psicológicos  de eficacia demostrada para poder superarla.

No dejes que te siga robando la vida.