¿Cómo crees que actuaría alguien a quien le dices que es estúpido?
Mal, ¿Verdad?
Pero ¿y si en lugar de eso le dices?:
- Creo que eso que has dicho es una estupidez.
Pues seguro que no muy bien, pero no sentirá que estás atacando a toda su persona.
Pues justo ésto ocurre con nuestro diálogo interno.
Si nos estamos diciendo todo el día que somos tontas, incapaces, malas o ridículas... ¿Cómo crees que vas a sentirte?
Diálogo interno y salud mental
Al hablarnos desde lo concreto, no le damos alas a la Dramaqueen para que entre con su rollo de "Es que tú siempre, es que tú nunca". No la alimentamos.
Esto hace que no le demos al play al círculo vicioso de la ansiedad: pensar que soy tonta me hace sentir tonta, activa mis emociones y retroalimenta el pensamiento. La espiral de la ansiedad.
5 ejercicios para Hablarnos Mejor
Cambiar la forma en que nos hablamos a nosotrxs mismxs puede tener un gran impacto en nuestra autoestima y bienestar emocional.
No es fácil, porque de forma automática nos diremos las frases que siempre nos hemos dicho pero con entrenamiento y vigilancia podremos conseguirlo.
Veamos cinco frases que podemos modificar para hablar de manera más positiva con nosotros mismos
- En lugar de “debo hacer ejercicio”: Podemos decir “me gustaría hacer ejercicio” o “el ejercicio sería beneficioso para mí”. Esto nos permite ver el ejercicio como una elección positiva en lugar de una carga.
- En lugar de “no puedo hacerlo”: Podemos decir “creo que no puedo”. Esta frase reconoce que es una creencia, no una realidad (que luego puede ser o no).
- En lugar de “soy terrible en esto”: Podemos decir “estoy aprendiendo y mejorando”. Cambiar nuestra autocrítica por una actitud de aprendizaje nos ayuda a mantener una mentalidad de crecimiento.
- En lugar de "Soy Ansiosa“ o "Soy tonta" : Mejor decirnos "tengo ansiedad” o "hay cosas que sé y cosas que no sé" ¿Por qué? No nos posicionamos como algo que somos todo el tiempo, que forma parte intrínseca de nuestra personalidad, y, por lo tanto, no disminuye nuestra autoestima.
- En lugar de “siempre me equivoco”: Podemos decir “a veces cometo errores”. Aceptar nuestros errores como oportunidades de aprendizaje nos ayuda a mantener una perspectiva positiva y no hablarnos desde lo absoluto.
Recuerda que las palabras que utilizamos pueden influir en nuestra percepción y comportamiento. Al cambiar nuestra comunicación interna, podemos mejorar nuestra salud mental y nuestra relación con nosotrxs mismxs. 🌟
Si quieres aprender cómo hacerlo ¡Nuestro equipo puede ayudarte!
¡No te dejes para luego!