No.
Por mucho que nos lo hayan metido en la cabeza, el amor de pareja, el romántico no es lo único que necesitamos para vivir.
El amor, esa sensación que te vuelve la vida del revés y por el que no puedes comer ni dormir, está guay, es droga dura, pero no significa que lo pueda todo, ni que lo sea todo.
Hay mucha gente que debido a esta idea subyacente aguanta al lado de alguien con quien no tiene nada en común o quien directamente no le aporta felicidad. Hace miles de intentos por seguir ahí, llegando incluso a perderse para que no ser abandonad@.
Me encuentro esta situación a diario en terapia de pareja.
Las parejas vienen porque suele haber diferencias que los separan. Pero también porque alguna de las partes se ha ido diluyendo por el miedo de perder la relación , lo que, al final, ha hecho que la pareja lo acuse.
¿Por qué sigo, si no quiero?
Una de las causas es que la búsqueda del amor romántico se ha convertido en el centro de la vida. Parece que sin pareja no eres nada, no mereces nada, no puedes ser feliz.
Por eso, cuando encontramos a alguien, la colocamos en el centro y empezamos a girar a su alrededor.
Leído así nos damos cuenta que resulta poco saludable ¿verdad?
Cuando llenamos nuestro tiempo y espacios de lo mismo ¿qué ocurre si un día desaparece?
Que nos aplasta el vacío.
El miedo a perder ese "todo" se vuelve atroz, y hacemos lo imposible para mantenerlo generando relaciones dependientes.
¿Cómo evitar las relaciones dependientes?
Depender significa estar sujeto a condiciones. En una pareja tiene que haber acuerdos, está claro, pero no condicionar la forma de ser, de sentir o de hacer de la otra persona. Para evitar una pareja dependiente, lo ideal es que nuestra vida esté plena en todos o en otros ámbitos. Es decir, cuando tenemos redes sociales (y no me refiero a Instagram), suficiencia económica, bienestar emocional, un trabajo que nos gusta.... somos capaces de ver con más perspectiva y saber que podemos (perfectamente) sobrevivir sin esa persona.
Busca tiempo para ti
Sois pareja, no siameses (esto lo dice mucho una amiga mía y me encanta ). Es imprescindible tener momentos a solas, que no sean compartidos en pareja. Puede ser un café con alguien, un viaje o un ratito de lectura por las tardes, eso depende de cada necesidad. Pedir tiempo para ti no es egoísta y tenemos derecho a disfrutarlo.
Mantén tus intereses
Está claro que en pareja hay que ceder. A veces es ver una película que no te gusta demasiado, pasar un finde con sus amig@s o comer en un restaurante que no es tu favorito... Pero eso no significa que tengas que abandonar tus hobbies o intereses. Y no es necesario que la otra persona se vea arrastrada a eso que tanto te gusta. Puedes disfrutar por tu cuenta del mismo.
Intenta relacionarte con personas ajena a tu pareja
Las relaciones sociales son importantísimas también en pareja. Hablar en profundidad con otras personas, compartir tiempo, sentirte apoyad@... todo esto nos ofrece un punto de vista diferente al que tenemos en casa.
Al tener parcelas propias, aunque pueda parecer paradójico, la relación se vuelve más sana, porque no NECESITAMOS estar con esa persona, sino que lo elegimos cada día.