Es curioso, pero la gente suele esconderse cuando oye hablar de mí.
Sé que doy miedo, así que no debería extrañarme. No me comprenden ni me conocen realmente...
Si me conocieses entenderías que solo vengo a ayudarte. Que si me acoges, abrazas y me dejas espacio voy a acompañarte en el camino de sanación que nos queda por delante.
Si me dejas, te llevaré a conectarte con el dolor, para que puedas elaborarlo y transformarlo para poder así ver el amor.
Si me dejas, te conectaré con la culpa, para que puedas entender que lo hiciste lo mejor que pudiste y supiste en ese momento, que el perdón es el camino y que la culpa no es más que un peso innecesario del que puedes prescindir porque existe otra manera de quedarte unido a él o a ella.
Si me dejas te enseñaré el camino del amor. El valor del tiempo compartido, el cariño, los recuerdos.
Pero solo si me dejas y me aceptas como compañero de camino.