Recibir el diagnóstico de cáncer en un ser querido puede sacudir los cimientos emocionales de toda una familia.
Y, aunque en cada vez más casos ya no es una muerte segura, la incertidumbre, el miedo y la preocupación son emociones comprensibles en este difícil momento.
Sin embargo, es importante recordar que, una vez ante esta realidad, existen estrategias psicológicas que pueden ayudar a la familia a afrontar esta situación de manera más resiliente y unida.
Comunícate
La comunicación es fundamental en momentos de crisis. Es importante que la familia establezca un ambiente donde todos los miembros se sientan segurxs para expresar sus emociones, dudas y temores.
Si todo el mundo en tu casa está viviendo la misma situación, busca un grupo de apoyo en el que te sientas comprendidx y puedas liberar tensiones.
Educación sobre la Enfermedad
La información ayuda a la familia a comprender mejor lo que enfrentan y a tomar decisiones sobre el tratamiento y el cuidado. Hoy en día, tanto en las mismas unidades de oncología como en las asociaciones podemos recibir información y apoyo para comprender la enfermedad, el tratamiento y sus implicaciones
Cuidado Personal y Apoyo Mutuo
No puede cuidar quien está mal.
En momentos de crisis, es fácil descuidar el propio bienestar emocional y físico. Es importante que los miembros de la familia se cuiden y apoyen mutuamente.
Esto puede implicar establecer rutinas de autocuidado, buscar apoyo en amigos o grupos, o incluso considerar la terapia familiar para procesar las emociones.
En este punto es importante que podamos comunicarnos con franqueza ante las otras personas que cuidan e intentar que no recaiga la responsabilidad siempre en la misma persona.
Evita la tiranía del pensamiento positivo
Recuerdo a una amiga que cuando su cáncer estaba en estadios muy avanzados se quejaba de que todo el mundo intentaba que "fuera optimista". Ella en ese momento no necesitaba palabras de ánimo si no de comprensión y acompañamiento.
El pensamiento positivo puede ser útil, pero NO CURA y no es la única forma de afrontar la enfermedad. Cada persona reacciona de manera diferente. Permítete sentir lo que sientes sin presionarte para ser siempre optimista.
Escucha a la persona enferma
¿Qué quiere? ¿Qué necesita? ¿Qué os ha pedido? Hay personas que prefieren no tocar demasiado el tema, otras que necesitan hablarlo. Aunque bajo tu punto de vista el afrontamiento debería ser de una forma u otra, no impongas tu opinión, si no la necesidad de la persona.
Nadie quiere vivir el diagnóstico de cáncer de alguien a quien quieres, pero es una realidad que nos toca a todo el mundo más o menos cerca. La psicología no va a curar a la persona, pero sí que puede ayudar a afrontar la situación, entender que ocurre, aceptar el tratamiento y construir una red de apoyo seguro.