"El primer pensamiento intrusivo que tuve fue creer que podía perder la cabeza y quitarme la ropa en medio de una clase"
¿Qué son los pensamientos intrusivos?
Los pensamientos intrusivos son pensamientos no deseados y repetitivos que surgen en la mente de una persona, a pesar del esfuerzo por evitarlos o eliminarlos.
Estos pensamientos a menudo se sienten inapropiados, perturbadores o inquietantes.
Pueden variar ampliamente en contenido y gravedad, pero lo que tienen en común es que la persona no puede controlarlos, provocan emociones desagradables muy intensas y buscan activamente que desaparezcan.
Los pensamientos intrusivos pueden manifestarse en diversas formas, como imágenes, ideas o impulsos que se repiten en la cabeza de una persona.
Si no se abordan, es posible que lleguen a dominar nuestras vidas por completo. Al concentrar toda nuestra atención en ellos, excluimos la realidad que nos rodea. En este estado, nos vemos impotentes para desviar nuestra atención hacia otras experiencias, ya que estos pensamientos obsesivos ejercen un control abrumador. La rumiación constante de pensamientos puede generar ansiedad, sufrimiento y una sensación de descontrol.
Ejemplos de pensamientos intrusivos
Ya conocemos las caracterísitcas: automáticos, persistentes y desagradables.
Pero ¿cómo sé si lo que tengo es un pensamiento intrusivo? Veamos algunos ejemplos:
Preocupación constante por el futuro
Vernos atrapadxs sobre lo que podría salir mal en el futuro. Estos pensamientos pueden incluir escenarios catastróficos, como perder el trabajo, tener problemas de salud graves o enfrentar desastres financieros.
Rumiar sobre conversaciones pasadas
Uno de los más comunes es tender a revisar conversaciones o interacciones pasadas y preocuparse por si dijeron algo incorrecto o embarazoso. Estos pensamientos intrusivos pueden hacer que la persona se sienta avergonzada o ansiosa incluso después de que la conversación haya terminado.
Pensamientos Violentos o Agresivos
Algunas personas pueden experimentar pensamientos intrusivos relacionados con la violencia. Por ejemplo, pueden tener imágenes mentales de causar daño a otras personas o a sí mismas, a pesar de no tener intenciones reales de hacerlo. Estos pensamientos pueden causar una gran angustia.
Hipocondría
Son todos aquellos relacionados con la salud. Es la preocupación constante por tener una enfermedad grave, a pesar de que los síntomas que experimentan son leves o normales, incluso inexistentes.
Dudas obsesivas
Las dudas obsesivas son pensamientos intrusivos relacionados con la incertidumbre. Por ejemplo, alguien podría obsesionarse con la idea de que dejó la puerta de su casa abierta, incluso si sabe que la cerró con llave. Estas dudas pueden ser tan intensas que la persona siente la necesidad de verificar repetidamente, lo que puede interferir en su vida diaria.
Pensamientos de catástrofe
Otro tipo son los relacionados con una catástrofe. Obsesionarnos con la posibilidad de un tsunami, de que alguien tenga un accidente o de que algo terrible va a ocurrir a un ser querido de forma inmininte. Las imágenes pueden ser tan vívidas que sobrestimamos la probabilidad de que realmente ocurra.
Manejando los Pensamientos Intrusivos
Si experimentas pensamientos intrusivos que te causan malestar, aquí hay algunas estrategias que pueden ayudarte:
Conciencia Plena (Mindfulness)
La práctica de la atención plena puede ayudarte a observar tus pensamientos sin juzgarlos ni reaccionar ante ellos de manera automática. Esto puede ayudarte a distanciarte de los pensamientos intrusivos y reducir su impacto emocional.
Dice Nazaret Castellanos que cuando estamos desocupados nuestra mente tiende a irse a una parte del cerebro que se llama la red neuronal por defecto. Ahí es donde puede pasar todo lo que te puedas imaginar o tu mente traiga en ese momento.
Cuando nos enfocamos en una tarea/actividad ponemos en marcha nuestra corteza prefrontal que es la que pone conciencia, sabe lo que esta haciendo, está presente en ese momento, se da cuenta de lo que pasa a su alrededor y actúa de acuerdo a ello, no a lo que se imagina.
Apoyo Social
Hablar con amistades o familiares de confianza sobre tus pensamientos intrusivos puede ser útil. Muchas veces no hablamos de esos pensamientos por miedo a que otras personas nos juzguen pero, compartir lo que sientes puede aliviar la carga emocional y brindarte una perspectiva diferente. Muchas veces sólo por escucharnos en alto decir lo que pensamos, tomamos conciencia de que no es la realidad.
Considera la Ayuda Profesional
Si los pensamientos intrusivos son abrumadores o interfieren significativamente en tu vida diaria, busca ayuda profesional. La terapia online puede proporcionarte orientación y tratamiento personalizado.