No eres el centro del mundo.
Ni de la vida de l@s demás.
¡Y menos mal!
Este fin de semana me encontré con una antigua compañera del instituto. Cuando fui a saludarla, muy contenta de verla me dijo " ¡Ah! ¿Ahora ya me saludas?".
A cuadros me quedé.
Creo que al ver mi cara supo que no sabía de qué estaba hablando.
Por lo visto hace un par de años estuvimos en el mismo bar. Yo estaba pidiendo en la barra y cuando se levantó para saludarme, cogí los cafés, puse muy "mala cara" y volví a mi mesa.
Ese día, por lo visto, subí una publicación a Instagram lanzándole una indirecta. Ella me eliminó de sus redes sociales.
Yo no la vi. Os juro que el día del bar no me di cuenta que estaba... Y si puse mala cara sería porque estaría pensando en cualquier cosa. O que me quemé con el café. Vete tú a saber. Por supuesto la publicación de Instagram no tenía ningún tipo de relación con ella.
No sé si le convencieron mis explicaciones... Pero a mí sí que me hizo reflexionar: ¿Cuántas veces me he tomado como algo personal comportamientos de otras personas?
Es uno de los grandes hit de la Dramaqueen: la personalización. Esta distorsión cognitiva es un error de procesamiento que hace que nos atribuyamos acciones o palabras externas que, en realidad, no tienen nada que ver con unx.
"Siempre llueve cuando lavo el coche"
"Noséquién ha puesto una canción en Insta que va por mí"
"La profesora ha dicho que los examenes no han salido bien mientras me miraba"
Estas creencias (que todo el mundo tiene en menor o mayor medida) hacen que terminemos cayendo en un victimismo que no es real. Por eso, cuando tengas dudas, pregunta y busca evidencias, no sólo te dejes guiar por aquello que sientes.
Cuando nos damos cuenta que no somos el centro del mundo, que la gente, por norma general, olvida en 2 segundos lo que hiciste o dijiste, duele un poquito. Nuestro ego se resiente. Pero también es liberador.
Libera saber que la gente no vive pendiente de una. Que todo el mundo se mira a sí mismo cuando le enseñamos la foto de grupo.
Tomar conciencia de esto da miedo, pero más miedo me daba lo otro.