Supervisión clínica para psicólogos/as
Un espacio real para pensar, aprender y sostenerte, con Eirene García.
La supervisión no es un extra, es parte del oficio.
Supervisar es la forma más honesta de cuidar tu práctica. Es recordar que no podemos sostener a nadie si no tenemos un lugar donde sostenernos nosotros.
La supervisión es un espacio donde los psicólogos/as podemos pensar en voz alta, revisar casos, cuestionarnos y mirar de otra forma lo que hacemos cada día.
Porque, por más formación que tengamos, hay casos que se atascan, historias que nos remueven o momentos en los que simplemente necesitamos que alguien nos ayude a ver lo que no estamos viendo.
Llevo más de 15 años en consulta y sigo supervisándome. He acompañado miles de casos, los míos y los de mi equipo, y sé que la buena práctica terapéutica no se sostiene sola: necesita reflexión, comunidad y honestidad.
Cómo funciona
Supervisión individual online
Es un epacio privado y personalizado para profundizar en tus casos, tus dudas o tus bloqueos.
Puedes elegir entre:
Supervisión continuada:
acompañamiento mensual (mínimo 6 meses) para sostener tus procesos y crecer profesionalmente.
Supervisión puntual: sesiones sueltas para revisar casos específicos o desbloquear una situación concreta.
Precio:
70 €/mes (continuada)
94 €/sesión (puntual)
Supervisión grupal online
El grupo de supervisión es un espacio seguro y ético donde revisar la práctica con mirada compartida. Cada sesión, cada caso, es una oportunidad para cuestionarnos, ampliar recursos y fortalecer la eficacia terapéutica.
Grupos reducidos (máx. 4 personas) 1 sesión de 2 horas al mes.
Cada participante presenta un caso y se abre la reflexión conjunta.
Un formato muy enriquecedor donde aprendemos de lo propio y de lo ajeno.
Precio: 45 €/mes
Compromiso mínimo 6 meses
Cómo empezar
Este servicio es un lugar pensado para ti como psicólogo/a: para revisar casos, cuidarte como persona y pensar en tu desarrollo profesional. Si te interesa y quieres saber más, podemos empezar con una primera conversación.
-
Primera conversación gratuita
Agendamos una reunión inicial para conocernos, entender qué necesitas en este momento y explicarte las diferentes opciones disponibles.
-
Organizamos tu espacio
Después de esa primera charla, decidimos juntos/as si lo que encaja mejor es la supervisión, la terapia o el desarrollo profesional, y cómo organizarlo de forma que sea útil para ti.
-
Todo online, para tu comodidad
Tanto los grupos como las sesiones individuales se realizan online, con flexibilidad de horarios y desde cualquier lugar.
-
Da el primer paso
Programa tu primera conversación ahora o escríbenos para más información.
Qué trabajamos
Casos clínicos reales: lo que te preocupa, bloquea o no sabes cómo enfocar.
Transferencias, contratransferencias y dilemas éticos.
Herramientas desde la Terapia Contextual, ACT, EMDR, Cognitivo-Conductual, Sistémica e Integrativa.
Cómo cuidar tu propio bienestar emocional en la práctica profesional.
La idea es que salgas de cada sesión con más claridad, más recursos y menos carga.
¿A qué sirve la supervisión?
Recuperar perspectiva:
salir de dentro del caso para ver lo que no veías, para preguntarte qué otras opciones hay.
Fortalecer tu eficacia terapéutica:
la buena práctica exige reflexión, actualizarse, revisar lo que hacemos, desafiar lo que damos por sentado
Poner verdad en tu práctica:
los pacientes se benefician cuando el terapeuta está supervisado, cuando tiene claridad, cuando no actúa desde la duda o la seguridad falsa.
Prevenir el desgaste profesional (burnout):
porque acompañar, sufrir con lo que duele del otro, atender mundos internos ajenos, pesa. Necesitas espacio para vaciar, respirar, reponerte.
Mejorar confianza, claridad y seguridad en tus intervenciones:
saber que tienes con quién procesar tus dudas, tus partes ciegas, tus fallos y tus aciertos.
Integrar lo humano contigo:
trabajar lo que te impacta personalmente, la contratransferencia, lo que te cuesta decir o mirar. Porque solo así la práctica clínica es sostenible, ética y efectiva.
Porqué conmigo
Porque sé lo difícil que es esta profesión. No solo es técnica, también es vocación, y cuando trabajamos con personas nos metemos enteros en lo que hacemos. A veces eso nos da claridad, pero otras dilemas y nos deja atrapados en la maraña de un caso. Y no pasa nada: la psicología no es una receta, es un encuentro humano.
Porque llevo más de 15 años acompañando a personas en consulta y sigo aprendiendo cada día. He visto miles de casos y con cada uno he ampliado mi “software clínico”. Eso me da unas lentes más para ver lo que a veces, cuando estamos metidos de lleno en un caso, se nos escapa.
Porque me meto en un caso con toda la dedicación, con respeto absoluto al dolor y a las necesidades de la persona que tengo delante. Entro en la raíz, busco, me dejo atravesar por la historia que trae, y desde ahí trabajo para acompañar y abrir nuevas posibilidades.
Porque hoy dirijo una clínica online en crecimiento, con un equipo de psicólogos y psicólogas que trabajan bajo un enfoque contextual. Es decir: no solo estoy en la trinchera clínica, también en la divulgación, la formación y la gestión de un proyecto que no para de crecer.
Porque he pasado por ahí y sigo pasando: yo misma hago supervisión. Por más formación y experiencia que tengamos, hay situaciones que se nos escapan, casos que no logramos leer en toda su complejidad.