Los exámenes son una parte inevitable de la vida académica, pero a menudo pasamos por alto el impacto emocional que pueden tener.
Desde el estrés y la ansiedad hasta la falta de motivación, las evaluaciones pueden afectar negativamente nuestro bienestar. Sin embargo, existen estrategias efectivas para hacer frente a estas emociones y seguir adelante con nuestros estudios, incluso cuando la motivación escasea.
¿Qué hago ante la falta de motivación?
1. La motivación no son ganas, son motivos: No podemos esperar a tener “ganas” para ponernos a estudiar, es más una cuestión de saber por qué hacemos lo que hacemos y las consecuencias positivas que tendrá a largo plazo.
2. Crea un plan de estudio realista: Establece metas de estudio alcanzables y divide el material en pequeñas secciones. Esto te ayudará a evitar sentirte abrumado y te dará una sensación de progreso a medida que completes cada objetivo. Recuerda incluir descansos regulares para descansar y recargar energías.
3. Encuentra tu motivación intrínseca: En lugar de depender únicamente de la motivación externa, como las calificaciones o las expectativas de los demás, busca razones internas para estudiar. Pregúntate por qué te interesa el tema y cómo te beneficiará a largo plazo. Enfócate en el proceso de aprendizaje y en el crecimiento personal que obtendrás.
4. Establece un ambiente propicio para el estudio: Crea un espacio de estudio tranquilo y libre de distracciones. Organiza tu entorno de manera que te resulte cómodo y agradable. Esto te ayudará a concentrarte y a mantener la atención durante más tiempo.
5. Utiliza técnicas de estudio efectivas: Experimenta con diferentes métodos de estudio para encontrar el que mejor se adapte a tu estilo de aprendizaje. Algunas técnicas útiles incluyen resumir, hacer mapas mentales, enseñar el material a alguien más o realizar preguntas y respuestas.
6. Busca apoyo: Comparte tus preocupaciones y sentimientos con amigos, familiares o compañeros de clase. El apoyo emocional puede marcar una gran diferencia en tu estado de ánimo y en tu capacidad para hacer frente al estrés. Además, considera buscar ayuda profesional si sientes que tus emociones están afectando significativamente tu bienestar.
Exámenes y Ansiedad
La ansiedad antes de los exámenes es algo común y muchas personas la experimentan. Sin embargo, es posible gestionarla de manera efectiva para reducir su impacto negativo en el rendimiento académico y el bienestar emocional. Veamos cómo minimizar el impacto de la ansiedad a la hora de enfrentarnos a un examen:
1. Preparación adecuada
Estudiar de manera organizada y planificada puede ayudarte a sentirte más seguro y confiado. Divide el material en secciones manejables, establece un horario de estudio regular y establece metas realistas.
2. Técnicas de relajación
Practicar técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación o el yoga, puede reducir la ansiedad y promover la calma. Dedica unos minutos al día para realizar estas actividades y notarás una disminución en tu nivel de estrés.
3. Ejercicio físico
Realizar actividad física regularmente es una excelente manera de liberar el estrés y aumentar los niveles de energía. Puedes dar un paseo, correr, nadar o practicar cualquier actividad que te guste. El ejercicio libera endorfinas, que son neurotransmisores que generan una sensación de bienestar.
4. Alimentación saludable
Mantén una alimentación equilibrada y evita consumir alimentos ricos en azúcares y cafeína, ya que pueden aumentar la ansiedad. Opta por una dieta rica en frutas, verduras, proteínas y granos enteros, que proporcionan nutrientes esenciales para el cerebro y el cuerpo.
5. Descanso adecuado
Dormir lo suficiente es fundamental para un rendimiento óptimo. Intenta establecer una rutina de sueño regular y asegúrate de descansar adecuadamente la noche anterior al examen.
6. Evita la comparación
No te compares con otros estudiantes. Cada persona tiene su propio ritmo y estilo de aprendizaje. Concéntrate en tu progreso y en hacer lo mejor que puedas.
7. Detecta a tu Dramaqueen
Aprende a interceptar a la voz interior que te dice que no puedes o que el examen va a ser un fracaso. No porque el pensamiento mágico vaya a conseguir que no lo sea, si no porque al controlar esa voz interior y saber que es un pensamiento y no la realidad, disminuirá nuestra ansiedad.
8. Busca apoyo
Comparte tus preocupaciones con familiares, amigxs o compis de confianza. A veces, hablar sobre tus sentimientos puede aliviar la ansiedad y obtener perspectivas útiles.
Recuerda que la ansiedad es normal, pero si tus síntomas son severos y persistentes, considera buscar ayuda de un profesional de la salud mental. Con estas estrategias, podrás manejar la ansiedad ante los exámenes de manera efectiva.
El resultado de los exámenes no definen quién eres, ni siquiera lo que sabes.
Hay muchos factores que tenemos que tener en cuenta como por ejemplo el estado de ánimo en el que nos encontramos ese día en concreto o la suerte.
Evidentemente, cuanto más controlado tengamos el tema, mayor probabilidad de aprobar tendremos, pero la realidad es que aun haciendo todo lo que está en nuestra mano, hay un porcentaje que no tiene que ver con nosotrxs.
Cada cual se conoce y sabe qué le sirve o no a la hora de estudiar o de afrontar los últimos días antes de la prueba. Por eso, usa todas las herramientas que has ido adquiriendo a lo largo de las años que son útiles PARA TI, por mucho que quien te rodee te diga que no vale o que no es efectivo.