Cómo ayudar a nuestros hijos a enfrentar la vida sin cargar con un trauma

como ayudar un niño con trauma

No podemos proteger a nuestros hijos de todo. Ojalá pudiéramos.

Ojalá tuviéramos el poder de blindarlos contra la vida, contra el dolor, contra todo lo que sabemos que un día les va a doler. Pero no podemos. Lo que sí podemos hacer es darles herramientas para que cuando la vida golpee, no se queden atrapados en la herida.

Porque el trauma no es solo lo que pasa. Es lo que pasa por dentro cuando ocurre algo que no pueden procesar.

Y ahí es donde entramos nosotros. No podemos evitarles el sufrimiento, pero podemos enseñarles a enfrentarlo sin quedarse atrapados en él.

¿Qué hace que una experiencia se convierta en trauma?

El trauma no es el evento en sí, es cómo el sistema nervioso lo registra.

Bruce Perry (2006) explica que cuando un niño vive una experiencia difícil pero tiene apoyo emocional, su cerebro la procesa de una manera más sana. Pero si se siente solo, si no tiene un adulto que le ayude a regular lo que está sintiendo, el estrés se queda atrapado en su cuerpo.

Lo que hace que algo se convierta en trauma no es solo lo que pasó, sino si el niño tuvo los recursos internos y externos para manejarlo.

Cuando un niño enfrenta una situación difícil y tiene a alguien que le valida, que le da seguridad y le ayuda a entender lo que siente, su sistema nervioso aprende a regularse. Pero si la única opción es tragarse lo que siente, ignorarlo o enfrentarlo solo, el cerebro se queda atrapado en la sensación de peligro.

El trauma no es solo lo que vivimos, es lo que aprendemos sobre el mundo y sobre nosotros mismos a partir de eso.

Cómo evitar que una experiencia difícil se convierta en trauma

No podemos evitar que nuestros hijos pasen por momentos duros, pero sí podemos ayudarlos a construir un sistema nervioso más resiliente.

1️⃣ No minimices lo que sienten

La típica frase de “no es para tanto”, “tienes que ser fuerte”, “no llores por eso” parece inofensiva, pero lo que un niño escucha es: “lo que sientes no importa”.

Si cuando llora, cuando tiene miedo, cuando se siente inseguro, su entorno le dice que exagere, aprende a desconectarse de sus emociones en lugar de aprender a manejarlas.

La clave aquí no es hacer que no sienta dolor, sino enseñarle que puede sentirlo sin que eso lo destruya.

En vez de decir “no es para tanto”, prueba con:
✔️ “Entiendo que esto te haga sentir así.”
✔️ “Estoy aquí para ayudarte a atravesarlo.”
✔️ “Puedes sentirte así y vas a estar bien.”

Cuando un niño se siente visto y comprendido, su sistema nervioso aprende que las emociones son seguras y que el malestar no es el fin del mundo.

¿Necesitas ayuda? Reserva una sesión de acogida gratuita para entender como podemos ayudarte.

2️⃣ Enséñales que está bien pedir ayuda

Si cada vez que un niño pide apoyo recibe rechazo, burla o indiferencia, su cerebro aprende que necesitar algo de los demás es un riesgo.

Y ese niño se convierte en un adulto que cree que tiene que hacer todo solo, que le cuesta confiar, que no sabe pedir ayuda porque aprendió que nadie iba a estar ahí.

La clave aquí es estar disponibles sin invadir. Que sepan que pueden contar contigo sin sentir que su emoción va a ser minimizada o ridiculizada.

Preguntas que pueden ayudar:
✔️ “¿Quieres que te ayude o prefieres intentarlo tú?”
✔️ “¿Cómo puedo apoyarte en esto?”
✔️ “Si necesitas hablar de esto, aquí estoy.”

El mensaje que les damos no es solo que tienen ayuda, sino que pueden elegir cuándo y cómo la necesitan.

3️⃣ Ayúdales a entender lo que sienten

Los niños no nacen sabiendo ponerle nombre a lo que sienten. Si no les enseñamos, crecen sin herramientas para procesar lo que les pasa.

Cuando un niño no entiende lo que siente, se desborda. Se bloquea, explota, se aísla. Porque el cerebro necesita darle sentido a la emoción para poder manejarla.

Puedes ayudarles con frases como:
✔️ “Parece que estás frustrado/a, ¿quieres hablar de ello?”
✔️ “Sé que estás triste, y está bien sentirlo.”
✔️ “Tu cuerpo está enojado ahora, pero no eres una mala persona por eso.”

Cuando un niño aprende a identificar lo que siente, su cerebro desarrolla regulación emocional. Y un niño que aprende a gestionar sus emociones se convierte en un adulto que no se asusta de sentir.

4️⃣ Evita que crezcan en modo supervivencia

Un niño que siente que siempre está en peligro, que no tiene control sobre su vida o que no sabe qué esperar de los adultos, vive en estado de alerta.

Y cuando un niño crece en modo supervivencia, su sistema nervioso se programa para la hipervigilancia, la ansiedad y el miedo constante.

¿Qué hacer?
✔️ Dar estructura y estabilidad. No hace falta una rutina rígida, pero sí cierta previsibilidad.
✔️ Ser coherente con lo que decimos y hacemos. Los niños no necesitan adultos perfectos, necesitan adultos predecibles.
✔️ Enseñarles que pueden confiar en su entorno. Que no necesitan estar siempre en guardia.

Lo más importante: el trauma no es solo lo que les pasa, es lo que aprenden sobre sí mismos a partir de eso

No podemos evitarles la tristeza, la frustración o la decepción. Pero podemos asegurarnos de que no aprendan que están solos en ellas.

Cuando un niño crece sintiéndose acompañado en sus emociones, aprende que puede atravesar el dolor sin quedarse atrapado en él. Porque el trauma no es solo lo que ocurre, es la falta de un entorno seguro que ayude a procesarlo.

Si quieres aprender más sobre cómo trabajar esto en tu familia, aquí tienes recursos:

Fuentes

Te puede interesar: Cómo superar el trauma: Lo que nadie te dice sobre sanar de verdad

Etiquetas :

Gestionar emociones,Maternar,Psicología,Psicólogos Online,Trauma

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Pasos a seguir para empezar tu terapia

Se trata de un proceso en fases:

  • Sesión de acogida gratuita

    En primer lugar tendrá lugar la sesión de acogida de unos 15-20 min. con la coordinadora del equipo de psicólogos, donde trasladarás cual es tu necesidad en cuanto al problema que te trae a consulta y te daremos toda la información que necesitas.

  • Te asignamos al mejor psicoterapeuta para tus necesidades

    Si decides empezar la terapia psicológica para la ansiedad con nosotros, se te asignará un psicólogo o psicóloga de nuestro equipo de profesionales especializado/a en ansiedad, con el que tendrás la sesión de valoración.

  • Plan de trabajo

    A partir de ahí se establecerá un plan personalizado y consensuado contigo para que así puedas lograr tus objetivos terapéuticos para solucionar los problemas que la ansiedad está causando en tu vida y puedas alcanzar la metas que quieres en tu vida. El plan de trabajo puede incluir trabajo para casa porque terapia no es solo lo que ocurre en sesión sino también lo que haces con lo que trabajas en sesión en el día a día.

×