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✨​Inferencia Arbitraria: La conclusión sin pruebas✨​

Todo el mundo piensa que su realidad es la realidad.

Pero lo cierto es que nuestro cerebro filtra, modifica, completa e inventa (¡sí, inventa) la realidad mucho más de lo que creemos.

Es humano. Y es inteligente.

Este mecanismo sirve para simplificar la información compleja y que así sea más fácil de procesar, ahorrando muchísima energía.

El problema es que a veces los atajos que forma son tan atajos que ya ni siquiera tiene cuenta los datos objetivos.

A éstos atajos la psicología los denomina Distorsiones Cognitivas.

¿Qué son las Distorsiones Cognitivas?

Las distorsiones cognitivas fueron descritas inicialmente por el psicólogo Aaron T. Beck en la década de 1960. Beck es conocido por su desarrollo de la terapia cognitiva, en la que identificó estas distorsiones como patrones de pensamiento irracionales que pueden llevar a interpretaciones inexactas o poco realistas de la realidad.

Es el filtro por el que pasamos la realidad, para que nos entendamos.

Cómo y por qué construímos ese filtro, ya da para otro post.

” No me han invitado a la fiesta. Seguro que piensan que soy un muermo.”

No me digas que nunca has pensado algo así.

Este tipo de pensamiento, el saltar desde un hecho a una conclusión absoluta sin más pruebas, es lo que llamamos inferencia arbitraria.

La inferencia arbitraria se refiere a la tendencia humana a sacar conclusiones sin evidencia suficiente o incluso en contra de la evidencia disponible. En pocas palabras, es como si nuestra mente estuviera jugando un truco sobre nosotros, llenando los vacíos de información con suposiciones y percepciones sesgadas.

Este fenómeno puede manifestarse de diversas maneras en nuestra vida cotidiana, desde interpretaciones erróneas de las acciones de los demás hasta la creación de falsas creencias sobre nosotrxs mismxs.

¿Cuáles son las consecuencias?

La inferencia arbitraria puede tener varias consecuencias negativas en nuestra vida diaria y en nuestro bienestar emocional, como por ejemplo:

  1. Problemas de comunicación: Al hacer suposiciones sin una evidencia sólida, podemos malinterpretar las acciones y palabras de los demás, lo que puede conducir a malentendidos y conflictos en nuestras relaciones interpersonales.
  2. Ansiedad y estrés: Preocuparse constantemente por cosas de las que no tenemos evidencia va a aumentar nuestros niveles de estrés y afectar nuestra salud mental.
  3. Baja autoestima: Cuando inferimos negativamente sobre nuestra valía, como asumir que somos incompetentes o poco agradables, podemos minar nuestra autoestima y autoconfianza, lo que afecta nuestra capacidad para enfrentar loa vida de manera efectiva.
  4. Dificultades en la toma de decisiones: La inferencia arbitraria puede influir en nuestras decisiones al sesgar nuestra percepción de la realidad. Esto puede llevarnos a tomar decisiones basadas en suposiciones erróneas en lugar de en información objetiva y completa.
  5. Aislamiento social: Si interpretamos las acciones de los demás de manera negativa sin evidencia sólida, podemos llegar a evitar situaciones sociales o retirarnos de las relaciones por temor a ser rechazados o heridos, lo que puede conducir al aislamiento social.
  6. Profecía Autocumplida: Cuando hacemos inferencias negativas sobre el futuro sin pruebas, podemos actuar de manera que realmente provoque que nuestras peores expectativas se hagan realidad, ya sea por evitar situaciones o por generar comportamientos que refuercen nuestras creencias negativas.

En resumen, la inferencia arbitraria puede tener un impacto significativo en nuestra vida y bienestar emocional al influir en nuestras relaciones, nuestra autoimagen, nuestra toma de decisiones y nuestra salud mental en general.

Reconocer y abordar estas tendencias de pensamiento sesgado es fundamental para promover una visión más equilibrada y saludable del mundo y, por supuesto, para mejorar nuestra salud mental

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