Hay duelos que no se nombran.
Que no tienen flores, ni ritual, ni palabras suficientes.
Duelos que el mundo no siempre comprende, pero que dejan una cicatriz profunda: el duelo perinatal, gestacional o neonatal.
Este artículo acompaña la meditación guiada de Eirene, que puedes ver aquí en este audio video, creada para ayudar a transitar ese proceso desde un lugar de conexión, ternura y respeto. Abajo te explicamos nuestro enfoque.
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Más informaciónCuando la maternidad duele
Hablar de maternidad suele asociarse con alegría, plenitud y comienzo.
Pero hay maternidades que se viven en silencio.
Cuando el embarazo se interrumpe o el bebé muere al nacer, la vida se detiene y, a la vez, sigue.
El cuerpo, el corazón y la mente quedan descolocados.
Hablamos de este proceso como maternar en el corazón: no en brazos, sino en el alma; no en el cuerpo, sino en la memoria.
Y ese maternar invisible también es real.
Requiere tiempo, permiso, y un acompañamiento que no invalide el dolor.
Porque el duelo perinatal no es una “pérdida” menor, sino una experiencia profunda de transformación emocional.
Puedes leer más sobre este tema en:
- Duelo y transformación: cuando el amor no desaparece
- Cómo acompañar un mal momento sin invalidar el dolor
Lo que ocurre en el duelo perinatal
En psicología perinatal hablamos de duelo cuando una mujer o una familia enfrenta la muerte del bebé durante el embarazo, el parto o las primeras etapas de vida.
A veces, incluso antes, cuando el diagnóstico médico obliga a interrumpir un embarazo o cuando el proyecto de maternidad se frena por causas externas.
El dolor no solo es emocional. Es físico, simbólico, existencial.
Se mezcla con la culpa, la incomprensión, la soledad.
Y, muchas veces, con la invisibilidad:
“No llegaste a ser madre”, dicen algunos.
Pero sí lo fuiste. Solo que tu maternidad tiene otro territorio.
Desde la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), entendemos que sanar no significa olvidar, sino abrirse al dolor desde el amor, y seguir eligiendo la vida sin renunciar al vínculo que permanece.
Se trata de encontrar un modo nuevo de estar con lo que fue, de continuar el lazo sin quedarte atrapada en él.
Maternar en el corazón: una meditación para sostener la ausencia
Esta meditación guiada por Eirene García nace de muchos años de acompañamiento terapéutico a mujeres y familias en duelo perinatal, y también de su propia experiencia personal.
De haber escuchado, una y otra vez, esa frase que atraviesa a tantas madres:
“No hay palabras para lo que siento.”
La meditación te invita a reconectar con tu respiración, con el cuerpo y con el amor que sigue existiendo, aunque la forma haya cambiado.
Es una forma de maternar simbólicamente: de seguir cuidando desde el corazón, de honrar la presencia en la ausencia.
Durante la meditación escucharás afirmaciones como:
“Me permito sentir sin miedo.”
“El amor no desaparece con la muerte.”
“Mi vínculo permanece, aunque haya cambiado su forma.”
Son frases que ayudan a reprogramar la mente y ofrecer al cuerpo un espacio de seguridad emocional, permitiendo que las lágrimas y el amor coexistan.
La importancia de dar espacio al duelo perinatal
El duelo perinatal, gestacional o neonatal no necesita soluciones rápidas ni frases de consuelo.
Necesita presencia, validación y acompañamiento.
Por eso en terapia trabajamos desde el enfoque contextual, integrando emociones, pensamientos y valores para sostener el proceso.
En el equipo de Eirene García Psicología acompañamos este tipo de duelos desde un marco especializado en psicología perinatal, trauma y terapia ACT. Nuestro trabajo se centra en ayudarte a transitar la experiencia sin perderte en ella.
En poder seguir maternar, aunque sea desde otro lugar: desde el corazón.
Si estás atravesando un duelo perinatal, puedes solicitar una sesión de acogida gratuita
para valorar tu situación y acompañarte en este proceso.
Cómo surge este trabajo
Eirene García es psicóloga especializada en trauma, duelo y maternidad.
Su trabajo con mujeres que viven duelos gestacionales y perinatales surge tanto de su formación profesional como de su experiencia vital.
Eirene ha acompañado a decenas de madres en procesos de duelo, y también ha transitado en carne propia la experiencia de maternar sin brazos, pero con alma.
De esa doble mirada – la profesional y la humana – nace su forma de acompañar:
sin paternalismo, sin fórmulas mágicas, sin invalidar lo que duele.
Su manera de trabajar integra la evidencia científica con la humanidad del encuentro terapéutico.
Puedes conocer más sobre su historia y enfoque en:
Por qué no hablo de “pérdida” cuando hablo de duelo
La importancia de visibilizar el duelo perinatal
Cómo usar esta meditación
- Busca un lugar tranquilo.
- Escucha la meditación con auriculares o altavoz, sin interrupciones.
- Si aparecen lágrimas, deja que fluyan: no es retroceso.
- Puedes repetirla tantas veces como necesites.
- Si te resulta difícil escucharla sola, compártela con alguien de confianza o con tu terapeuta.
Esta práctica no sustituye una terapia psicológica, pero puede ser una herramienta de acompañamiento que te ayude a sostener el día a día del duelo.
💗 Recordar sin romperte
El objetivo de esta meditación y del trabajo terapéutico en duelo perinatal no es “superar” la muerte del bebé, sino integrarla en tu historia sin que te arrastre.
Es posible vivir sin negarlo, hablar sin romperte, y volver a mirar al futuro sin culpa.
Hay una frase que Eirene repite mucho en sus sesiones:
“El amor no desaparece, se transforma.”
Y eso también es maternar.
Maternar en el corazón.
Maternar en silencio, pero sin olvidar.
Maternar con amor, incluso en la ausencia.
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