El trauma es subjetivo: lo que nos rompe no es el evento, sino lo que nos pasa por dentro

que es y como superar el trauma

Cuando hablamos de trauma, solemos pensar en algo objetivo. Algo grande, visible, medible. Pero la verdad es que el trauma no es el evento en sí.

No es el abuso, el accidente, la guerra o la pérdida. Es lo que se queda dentro, es la huella que deja en el cuerpo y la mente, es la forma en que cambia la manera en que percibimos el mundo y a nosotros mismos.

El trauma es subjetivo. No depende solo de lo que pasó, sino de cómo lo vivimos, de los recursos que teníamos en ese momento y de si hubo alguien que nos ayudara a sostenerlo.

Y aquí es donde el análisis existencial de Viktor Frankl lo explicó mejor que nadie.

Frankl y la importancia del significado en el trauma

Frankl no es solo un psiquiatra famoso. Frankl vivió el infierno. Estuvo en un campo de concentración nazi. Perdió a su familia, vio morir a miles de personas a su alrededor y fue tratado como un objeto. Su realidad era una de las más crueles que un ser humano puede atravesar.

Pero aquí viene lo que más nos importa: salió de esa experiencia sin un trauma incapacitante.

No porque fuera un superhombre. No porque el horror no le afectara. Sino porque encontró un propósito dentro de ese horror.

Mientras otros, en las mismas condiciones, se hundían en la desesperación, él se agarró a algo que le daba sentido: la posibilidad de sobrevivir para compartir su experiencia y ayudar a otros a entender el sufrimiento.

No fue lo que pasó lo que determinó el trauma, sino lo que hizo con lo que pasó.

Para muchos otros, la misma experiencia fue devastadora. No tenían ese propósito. No tenían recursos internos para soportarlo. Y esa es la diferencia fundamental: el trauma no es el hecho, sino la respuesta interna a ese hecho.

La subjetividad del trauma: por qué algunas personas se rompen y otras no

Aquí es donde la psicología nos abre los ojos. No podemos medir el trauma solo con la vara de la gravedad del evento. Podemos ver a alguien que ha pasado por situaciones extremas y ha salido adelante, y a alguien que aparentemente "no vivió nada grave" pero está completamente paralizado.

¿Por qué? Porque el trauma es cómo lo vivimos, no qué pasó en sí mismo.

Ejemplos:

👉 Dos niños pueden vivir la misma infancia con un padre exigente. Uno lo percibe como una motivación, el otro lo vive como un castigo constante. El primero crece con seguridad, el segundo con una ansiedad brutal.

👉 Dos personas pueden perder su trabajo de la misma forma. Una lo ve como una oportunidad para reinventarse, la otra lo vive como una humillación personal y se hunde en la desesperación.

👉 Alguien que sufrió acoso escolar de forma “leve” (sin agresiones físicas, sin insultos directos) puede desarrollar una autoestima destrozada, mientras que otra persona que sufrió agresiones más visibles puede salir con más resiliencia porque tuvo apoyo y herramientas.

No es lo que pasa. Es lo que significa para ti lo que pasa.

¿Qué hacemos con esto?

Si el trauma es subjetivo, entonces la solución no está en minimizar ni comparar nuestro dolor con el de otros.

Si te duele, te duele. Punto. No necesitas justificarlo ni hacer un ranking de quién ha sufrido más. No necesitas que nadie te diga que “no es para tanto”. No tienes que tragarte la mierda de que “hay gente que está peor”.

Lo que necesitas es entender lo que pasó dentro de ti. Qué historia te contaste sobre lo que viviste. Qué significado le diste.

Y aquí entramos en la clave del análisis existencial: encontrar un sentido que te ayude a sanar.

Porque si Frankl pudo soportar Auschwitz aferrándose a un propósito, nosotros podemos reconstruirnos encontrando un significado distinto a nuestro dolor.

Y aquí viene el problema: el trauma no siempre se reconoce como tal. Si el mundo te dice que lo que viviste no fue tan grave, puedes pasar años justificando por qué te sientes así sin entenderlo del todo.

¿Necesitas ayuda? Reserva una sesión de acogida gratuita para entender como podemos ayudarte.

Cómo empezar a transformar el trauma

  1. Reconoce tu historia. No minimices lo que viviste. No te digas "bah, no fue para tanto". Si te marcó, es importante.
  2. Pregúntate qué significado le diste. ¿Te convenciste de que no valías? ¿Qué no eras suficiente? ¿Qué no podías confiar en nadie? Esa historia es la que hay que revisar.
  3. Busca formas de reconstruir ese significado. ¿Cómo puedes reinterpretarlo? ¿Cómo puedes encontrar un propósito dentro de lo que viviste?
  4. Trabaja con un profesional. Porque esto no es magia. Hay heridas que necesitan ser trabajadas con herramientas adecuadas. Terapias como EMDR, ACT o terapia cognitivo-conductual pueden ayudarte a reprocesar el trauma y soltar la carga que llevas encima.

El trauma no es una condena. Pero para sanar, hay que mirarlo de frente. Y cambiar la historia que nos contamos.

Si sientes que necesitas ayuda en este proceso, podemos ofrecerte una primera sesión de acogida gratuita. No tienes que hacerlo solo.

💡 Reserva tu cita gratuita aquí.

Si te ha gustado este artículo y quieres recibir contenido útil y práctico como este directamente en tu bandeja de entrada, te invito a suscribirte a mi newsletter mensual.

Encontrarás reflexiones, herramientas y recursos para seguir creciendo y cuidándote. ¡Suscríbete ahora aquí! 💌

Etiquetas :

Gestionar emociones,Psicología,Psicólogos Online,Trauma

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Pasos a seguir para empezar tu terapia

Se trata de un proceso en fases:

  • Sesión de acogida gratuita

    En primer lugar tendrá lugar la sesión de acogida de unos 15-20 min. con la coordinadora del equipo de psicólogos, donde trasladarás cual es tu necesidad en cuanto al problema que te trae a consulta y te daremos toda la información que necesitas.

  • Te asignamos al mejor psicoterapeuta para tus necesidades

    Si decides empezar la terapia psicológica para la ansiedad con nosotros, se te asignará un psicólogo o psicóloga de nuestro equipo de profesionales especializado/a en ansiedad, con el que tendrás la sesión de valoración.

  • Plan de trabajo

    A partir de ahí se establecerá un plan personalizado y consensuado contigo para que así puedas lograr tus objetivos terapéuticos para solucionar los problemas que la ansiedad está causando en tu vida y puedas alcanzar la metas que quieres en tu vida. El plan de trabajo puede incluir trabajo para casa porque terapia no es solo lo que ocurre en sesión sino también lo que haces con lo que trabajas en sesión en el día a día.

×