En la vida enfrentamos desafíos que parecen insuperables, cargando con el peso de nuestras preocupaciones en silencio.
Sabemos que la terapia ofrece ese espacio en el que poder aprender a manejar ciertas situaciones sin tanto sufrimiento... entonces ¿por qué a veces nos cuesta tanto ir a terapia?
Tomar la decisión de ir a terapia no es fácil.
Desde que tomamos la decisión hasta que vamos pasan varios meses.
¿Por qué? ¿Cuáles son los miedos más comunes que las personas tienen, tenemos?
Los Miedos Más Comunes Sobre la Terapia
- Miedo al Juicio y Estigma Social: Uno de los miedos más comunes es el temor a ser juzgadx por buscar ayuda psicológica. Tememos ser percibidas como débiles o incapaces de manejar nuestros propios problemas. Aunque cada vez esté más normalizado, aún existe ese freno debido a lo que puedan pensar, sobre todo si la persona considera que no es una razón lo "suficientemente importante" como para hacerlo.
- Miedo a Revelar Demasiado: Algunas personas temen abrirse completamente en terapia por miedo a ser vulnerables o sentirse expuestas. Pueden preocuparse por revelar aspectos íntimos de su vida o emociones profundas a alguien extraño. En este caso conviene recordar que la confianza es clave en la relación terapéutica. Durante las sesiones se crea un ambiente seguro y de apoyo, donde poder compartir de manera gradual y a nuestro propio ritmo.
- Miedo al Cambio: A veces, las personas pueden temer lo desconocido y sentirse incómodas ante la idea de enfrentar y cambiar patrones de pensamiento o comportamiento arraigados. Es normal sentir temor ante el cambio, pero es importante recordar que la terapia es un proceso gradual en el que se establecen metas realistas para el cambio positivo. Al abordar los miedos y resistencias con la psicóloga, se puede encontrar el apoyo necesario para avanzar hacia una vida más plena y satisfactoria.
- Miedo a la Dependencia: Algunas personas temen volverse dependientes de la terapia o del terapeuta, preocupadas por no poder enfrentar los desafíos de la vida por sí mismas. La terapia se centra en el empoderamiento y el desarrollo de habilidades para afrontar los desafíos de manera independiente. Desde la psicología se trabaja para fortalecer la autonomía y capacidad de autorregulación emocional. Además, la terapia suele ser temporal y enfocada en objetivos específicos, lo que ayuda a prevenir la dependencia a largo plazo.
- Miedo al Costo y Compromiso de Tiempo: Para algunas personas, el coste financiero y el compromiso de tiempo asociados con la terapia pueden ser barreras significativas para buscar ayuda. En este caso tenemos que tomar conciencia y considerar la terapia como una inversión en el bienestar emocional y en la salud mental.
Cómo Funciona
La terapia psicológica se basa en principios científicos y teóricos sólidos, pero su aplicación es altamente personalizada según las necesidades individuales de cada persona.
En la primera sesión se explora el motivo de consulta y se establecen unos objetivos terapéuticos. También se acuerda la forma en la que se va a trabajar.
Durante las sesiones, la psicóloga, el psicólogo, crea un ambiente de confianza y aceptación, fomentando la expresión abierta y honesta. A través del diálogo, la reflexión y la retroalimentación, se ayuda a explorar y comprender los pensamientos y emociones, identificar patrones de comportamiento poco saludables y, lo más importante, desarrollar estrategias para el cambio.
¿Cómo nos Ayuda la Terapia Psicológica?
La terapia psicológica ofrece una amplia gama de beneficios para la salud mental y emocional. A veces pensamos que la psicología se basa únicamente en el tratamiento de los trastornos, pero va más allá. También consigue mejorar los aspectos de nuestra vida que, aún sin que estén objetivamente mal, puedan mejorar.
Alivio del malestar emocional
La terapia psicológica, proporciona un espacio seguro para expresar y procesar emociones difíciles, como la tristeza, la ansiedad o la ira, lo que puede aliviar el malestar emocional y promover la sanación.
Mejora de las relaciones interpersonales
A través de la terapia, las personas podemos aprender habilidades de comunicación efectiva, resolución de conflictos y empatía, lo que fortalece las relaciones con los demás y fomenta una mayor intimidad y conexión.
Las habilidades sociales o la asertividad son técnicas que pueden aprenderse que facilitan (mucho) la vida de las personas.
Desarrollo de habilidades de afrontamiento
La psicología nos enseña técnicas y estrategias para hacer frente al estrés, la adversidad y los desafíos de la vida, lo que aumenta la resiliencia y la capacidad para superar obstáculos.
Autoconocimiento y el crecimiento personal
La terapia proporciona un espacio para la autoexploración y el autoconocimiento, lo que permite a las personas comprenderse mejor a sí mismas, sus valores, creencias y metas, y trabajar hacia un mayor crecimiento personal y autorrealización.
Siempre digo que tomar la decisión de ir a terapia es haber recorrido el 50% del camino. ¿Por qué? Porque una vez que estamos dispuestas a emprender el cambio, la rueda empieza a girar camino a nuestro bienestar emocional.
Si quieres que sea nuestro equipo quien te acompañe en este proceso ¡escríbenos!