Año nuevo, vida nueva. O eso dicen. Enero llega con esa mezcla de energía renovada y presión social por hacer cambios importantes. Pero seamos realistas: querer cambiar no es suficiente. Entre el propósito y la acción hay un terreno lleno de obstáculos: excusas, dudas, miedos y, muchas veces, la sensación de que el cambio es inalcanzable. Pero no estás solo/a en esto, he creado una serie de herramientas para acompañarte y si necesitas ayuda personal siempre puedes consultarnos.
Si estás leyendo esto, quizás te interese saber cómo estructurar tus metas de una forma realista y sostenible para empezar a ver cambios, incluso pequeños, en tu vida.
Vamos a hablar de cómo convertir esas buenas intenciones en acciones reales, y de cómo, desde la psicoterapia y el conocimiento de nuestro contexto interno, podemos empezar a diseñar un camino que sí funcione.
La paradoja de querer cambiar
En su libro "Los hábitos atómicos", James Clear explica que muchas veces no es la falta de motivación lo que nos frena, sino la falta de un sistema claro.
Nos proponemos metas gigantescas como “hacer ejercicio todos los días” o “cambiar mi vida completamente”, y al no ver resultados inmediatos, nos frustramos y abandonamos.
Además, nuestra realidad interna - esas emociones, pensamientos y experiencias que arrastramos - muchas veces no está alineada con el cambio que queremos. Aquí es donde entra el concepto de contexto interno y externo, como bien lo plantea la psicología contextual: no solo somos lo que queremos hacer, también somos lo que hemos vivido, lo que sentimos y lo que nos rodea.
¿Qué nos dice la psicología sobre cumplir metas?
Albert Bandura, uno de los psicólogos más influyentes en el estudio de la autoeficacia, decía que creer que podemos hacer algo es más importante que el objetivo en sí.
Si no crees que eres capaz, tu mente encontrará mil maneras de sabotearte, incluso con las mejores intenciones.
Por otro lado, la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) nos invita a aceptar nuestra realidad interna - esos miedos, dudas y emociones incómodas - y a comprometernos con pequeñas acciones alineadas con nuestros valores, en lugar de esperar a sentirnos “listos”.
La clave no está en hacer algo perfecto, sino en hacerlo posible.
3 pasos para estructurar tus metas y convertirlas en acción
1️⃣ Empieza por lo pequeño, lo posible y lo realista.
Si tu meta es demasiado grande, divídela en pasos tan pequeños que no puedas fallar. Por ejemplo:
- Meta gigante: Quiero hacer ejercicio todos los días.
- Primer paso pequeño: Hacer 10 minutos de estiramientos hoy.
¿Por qué funciona? Porque cada pequeño paso que completas refuerza tu sensación de logro y te motiva a seguir.
Bandura lo llamaba "éxitos acumulativos".
2️⃣ Conoce tus excusas y desmóntalas.
Las excusas son como muros invisibles. Tienen sentido en tu cabeza, pero no siempre son reales. Escribe tus excusas más comunes:
- “No tengo tiempo.”
- “No estoy preparado/a.”
- “No es el momento adecuado.”
Luego, pregúntate:
¿Esto es realmente cierto o es un miedo disfrazado?
¿Qué puedo hacer hoy, aunque sea pequeño, para avanzar a pesar de esta excusa?
3️⃣ Integra tus valores en tus metas.
¿Qué es lo que realmente importa detrás de tu propósito? Si quieres hacer ejercicio, quizás lo que buscas no es “estar en forma”, sino cuidar de tu salud para estar más presente con tu familia.
Conectar tus metas con tus valores profundos las hace más significativas y sostenibles. Steven Hayes, creador de la Terapia de Aceptación y Compromiso, decía que nuestras acciones tienen que estar al servicio de lo que verdaderamente importa, incluso cuando el camino es incómodo.
El papel de la psicoterapia en pasar a la acción
A veces, no es suficiente leer consejos o intentarlo por nuestra cuenta. Nuestro contexto interno puede estar lleno de creencias limitantes, heridas emocionales o patrones que nos frenan sin que seamos conscientes. Es aquí donde la psicoterapia puede ayudarte a explorar lo que realmente está pasando, a entender tus bloqueos y a diseñar un camino que sea único para ti.
"Si sientes que tus metas siempre chocan contra un muro invisible, es posible que ese muro no sea falta de voluntad, sino una invitación a mirar más profundo."
En la psicoterapia online, trabajamos juntos/as para identificar esos bloqueos y transformar tus propósitos en acciones concretas y sostenibles.
Empieza hoy: riega tu jardín
Como me gusta decir, el cambio es como un jardín. Puedes imaginarlo lleno de flores, pero si no lo riegas cada día, no crecerá. Aquí hablamos de cómo regar tu jardín.
Este enero, no te obsesiones con el resultado final antes de empezar.
Concéntrate en las pequeñas acciones que puedes hacer hoy para regar tu jardín. Recuerda: No se trata de hacerlo perfecto, se trata de empezar.
¿Qué pequeño paso puedes dar hoy? Escríbelo, compártelo y, sobre todo, hazlo.
Un abrazo,
Eirene